BOSTON.- La señora Geraldine Williams, de 67 años, llegó ayer a las oficinas de la Lotería Estatal de Massachusetts para cobrar el primer premio: nada menos que 294 millones de dólares, el segundo mayor en la historia de EE.UU..
Pero antes de eso, se presentó ante uno de sus clientes para limpiarle la casa en lo que, según dijo, sería el último trabajo de su vida.
La limpiadora de casas y abuela de ocho nietos explicó que, aunque quisiera seguir en esas actividades, no podrá hacerlo porque le esperan muchas reuniones con asesores financieros quienes le recomendarán qué hacer con la fortuna.
La serie de seis números ganadores de la "Lotería Mega Millones" se vende en los estados de Georgia, Ohio, Michigan, Illinois, Nueva Jersey, Nueva York, Texas, Virginia y Washington, y habían sido anunciados la semana pasada.
Pero la mujer tardó varios días en convencerse de su suerte. Fue por eso que, a excepción de sus tres hijos, no informó a nadie y siguió limpiando casas como si nada hubiera ocurrido.
Pero la presión y el nerviosismo pudieron más y finalmente, el viernes, llegó ante las oficinas de la Lotería Estatal de Massachusetts donde posó con un enorme cheque de 294 millones de dólares.
"Era una situación horrible. No me gusta mentir ni tampoco me gusta realizar mis actividades de manera furtiva", se quejó ante los periodistas.
También podría quejarse de la poda impositiva que sufrirá el premio.
Una vez descontados los impuestos federales y estatales, le quedarán "apenas" 117 millones de dólares, suficientes para asegurar el futuro de sus tres hijos, dar un poco a la caridad y viajar, según dijo.
El mayor premio de la lotería estadounidense, 314,9 millones de dólares, fue ganado por un jugador del estado de Virginia Occidental en la Navidad del 2000.
