WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, impulsó hoy una enmienda constitucional para prohibir matrimonios homosexuales.
En su alocución semanal en la radio, Bush repitió declaraciones anteriores en las que había acusado a "jueces activistas" de hacerse cargo del asunto y cambiar el significado del matrimonio.
"Cuando los jueces insisten en imponer su voluntad arbitraria a la gente, la única alternativa que le queda a las personas es una enmienda a la Constitución, la única ley que una corte no puede derrocar", dijo Bush.
"Una enmieda constitucional no debe ser nunca tomada a la ligera, pero para defender el matrimonio nuestra nación no tiene otra alternativa", añadió el presidente.
El Senado estadounidense retomó el debate el viernes, pero los expertos dijeron que quienes apoyan la enmienda constitucional no tienen votos suficientes para la mayoría necesaria de dos tercios. El plenario también tendría que aprobarla y debería ser ratificada por al menos 38 de los 50 estados.
El matrimonio homosexual se ha vuelto un tema candente en los últimos meses. En San Franciso, California, miles de parejas del mismo sexo se casaron cuando las autoridades de la ciudad otorgaron licencias. En Massachusetts, la mayor corte estatal ordenó la promulgación de parejas homosexuales.
El llamamiento de Bush para una enmienda constitucional fue visto como un logro por los simpatizantes conservadores del presidente, cuando el debate parece acaparar la atención en los meses previos a la elección presidencial de noviembre.
"En todos los tiempos, en toda cultura, los seres humanos entendieron que el matrimonio tradicional es muy importante para el bienestar de las familias", dijo Bush.
"Y como las familias transmiten valores y moldean el carácter, el matrimonio tradicional es muy importante para la salud de una sociedad. Nuestras políticas deberían estar dedicadas a fortalecer las familias, no a socavarlas. Y cambiar la definición del matrimonio tradicional socavará la estructura familiar".
El contrincante de Bush, el senador John Kerry de Massachusetts, se opone a la enmienda constitucional. Kerry dijo que está a favor del derecho de los estados a decidir sobre estos asuntos en cada caso individual.