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Bush defiende invasión a Irak, pero reconoce que no había armas

En medio de las duras críticas del Senado por la guerra en el país del Golfo, Bush justicó su actuación al decir que no estaba dispuesto a correr el riesgo de que Irak transfiriera armas a grupos terroristas.

12 de Julio de 2004 | 13:40 | AP
OAK RIDGE, Tenessee, EE.UU.— El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, defendió hoy su decisión de invadir Irak, pero reconoció que no se han hallado las armas de destrucción masiva que él esgrimió como pretexto para lanzar la guerra.

Al respecto, el Primer Mandatario explicó que no estaba dispuesto a correr el riesgo de que Irak transfiriera capacidad armamentista a grupos terroristas.

"Aunque no hemos encontrado depósitos de armas de destrucción masiva, hicimos bien en ir a Irak", dijo Bush después de inspeccionar una muestra de repuestos y equipos para armas nucleares, entre ellas centrifugadoras de gases para el enriquecimiento de uranio, provenientes de Libia.

Los aparatos fueron enviados en marzo como parte de un acuerdo con Moamar Gadafi, quien aceptó poner fin al programa armamentista nuclear de su gobierno.

"Eliminamos a un enemigo declarado de Estados Unidos que poseía la capacidad de producir armas de asesinato en masa y hubiera podido transferir esa capacidad a terroristas empeñados en adquirirlas. En el mundo posterior al 11 de septiembre, no podíamos darnos el lujo de correr ese riesgo", dijo Bush.

El Jefe de Estado norteamericano se explayó en la defensa de la invasión de Irak tres días después de la divulgación de un informe del Senado que critica duramente las deficiencias de la información citada para justificar la guerra de Irak.

Las afirmaciones principales previas a la invasión de marzo del 2003 —que Saddam Hussein poseía armas químicas y biológicas e intentaba fabricar armas nucleares— eran erróneas y se basaban en análisis falsos o exagerados de la CIA, sostuvo el informe del Comité de Inteligencia del Senado conocido el viernes.

Sin reconocer directamente que la información era deficiente, Bush sostuvo que muchos dirigentes, incluso del gobierno de su predecesor Bill Clinton, así como miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, habían estudiado los mismos informes y "advertido que existía una amenaza".

Durante el gobierno de Clinton, la política oficial de Washington era la del "cambio de régimen", es decir, buscar la caída de Saddam Hussein, dijo Bush.

Pero Saddam se negó a permitir las inspecciones, afirmó el Presidente: "Por eso, tuve que elegir entre aceptar la palabra de un demente o defender a Estados Unidos. Ante esa opción, defenderé a Estados Unidos".