SAN JOSE.- El escándalo en torno a un sacerdote católico, Enrique Vásquez, prófugo de la justicia costarricense tras haber sido involucrado en abusos deshonestos contra un menor de edad, creció hoy al aparecer otra denuncia sobre una presunta violación de otro joven.
El religioso se encuentra en fuga desde fines de la década de los 90, cuando un tribunal de Costa Rica lo requirió para que respondiera por las acusaciones vertidas en su contra por presuntos abusos deshonestos contra un menor de edad.
Luego trascendió que el sacerdote estuvo recluido en México entre el 2000 y el 2002 en un albergue para religiosos, y recientemente estuvo en una parroquia rural de Honduras, de donde desapareció pocos días antes de que fuera buscado por la policía internacional (Interpol).
El escándalo tomó un nuevo rumbo, luego de que un influyente obispo, Angel San Camisimiro, de la zona de San Carlos, admitió haber apoyado financieramente la estancia de Vásquez en México.
El obispo había insistido ante medios de prensa locales desconocer el paradero del sacerdote buscado por la justicia costarricense.
El fin de semana trascendió que la fiscalía de la zona de San Carlos reabrirá una causa contra el obispo por presuntamente haber ocultado información a la justicia sobre la ubicación de Vásquez, quien sigue siendo buscado por Interpol.
El director de Casa Alianza, Bruce Harris, reveló hoy haber recibido una denuncia de un hombre de 23 años de edad, quien dijo haber sido violado por Vásquez cuando tenía 11 años de edad. La presunta víctima involucró también a otros dos sacerdotes, uno de ellos indentificado como Enrique Delgado, quien se enfrenta a la justicia por presuntos abusos deshonestos contra un joven.
