BANGKOK.- Sobre las mujeres se cierne una catástrofe devastadora con consecuencias impredecibles para toda la sociedad, según explicó hoy Thoraya Obaid, jefa del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en la XV Conferencia Mundial sobre el Sida que se lleva a cabo en Bangkok, la capital de Tailandia.
Obaid explicó que en 1985 el porcentaje de mujeres infectadas era del 35 por ciento de los seropositivos, una cifra que ha escalado al 48 por ciento en 2003. “La inmunodeficiencia afecta cada vez más a mujeres”, aseguró Obaid, quien advirtió asimismo que no se vislumbra un fin de esta tendencia.
El grupo de los enfermos de entre 15 y 24 años las mujeres constituyen el 60 por ciento de los infectados. Esta situación es especialmente crítica en el sur de África. Allí vive el 77 por ciento de las mujeres con sida.
En opinión de la funcionaria de la ONU la única ayuda verdadera reside en el rápido y continuo refuerzo de los derechos de las mujeres.
“La educación de las niñas es una obligación”, agregó Obaid haciendo hincapié en una exigencia capital del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan.
La jefa de UNFPA aseguró que el concepto ampliamente difundido de abstinencia, fidelidad y condones (conocido en inglés con las siglas “ABC” que responden a “abstinece, being faithful, condoms”) no es suficiente. La “abstinencia no es una opción cuando la mujer depende del hombre. La fidelidad no sirve de nada si el varón no la mantiene y los condones no sirven de nada si las mujeres no pueden imponer su uso”, explicó Obaid.
Además, -continuó-, en todo el mundo las mujeres jóvenes practican el sexo con hombres mayores, que tienen una mayor experiencia y con ello un riesgo considerablemente mayor de infección.
En prácticas sexuales sin protección las mujeres corren un riesgo doblemente mayor que los hombres de contagiarse. Especialmente en África y Asia las mujeres están ligadas económicamente a sus maridos y a menudo no pueden cortar esas ataduras.
La ONU advierte que cuanto más se haga esperar la ayuda, mayor será el precio que tendrán que pagar las muchachas y las mujeres.
Entretanto, una nueva epidemia se cierne sobre Asia, donde actualmente vive el 7,4 por ciento de todos los enfermos de sida del mundo. Allí la situación de las mujeres no es mucho mejor que las seropositivas africanas.
Las cifras del informe “Confronting the Crisis” presentado en Bangkok muestran que en Europa occidental la tendencia es otra totalmente diferente. De los 450.000 enfermos de HIV, 150.000 son mujeres. El virus no es una cuestión de sexos, sino de grupos de riesgo como homosexuales y drogodependientes.