MADRID.- En España duermen en la calle cada día entre 30.000 y 40.000 personas, de las cuales un 18 por ciento son mujeres y entre un 10 y un 12 por ciento son universitarios, según datos suministrados a EFE por diversas ONG.
La muerte de dos indigentes el pasado día 13 en un incendio en una nave industrial de Madrid, donde pernoctaban, refleja la realidad de estas personas, callejeras por obligación como consecuencia de un "encadenamiento de sucesos traumáticos" en un número muy superior a la media de la población.
El responsable de las personas "sin hogar" de la ONG "Solidarios", José Aniorte, explicó a EFE que cuando esas personas no cuentan con apoyo familiar para superar esos sucesos "se ven abocados a estar en la calle".
La media de la población -dijo Aniorte- vive entre cuatro y cinco sucesos traumáticos aislados a lo largo de su vida mientras que las personas "sin hogar" sufren entre trece y catorce episodios de este tipo "encadenados".
"Hay que cambiar la visión que se tiene de las personas ’sin hogar’, ya que se piensa que están en la calle porque quieren", cuando dicha impresión es "radicalmente falsa", según Aniorte.
"Sólo el cinco por ciento de los ’sin hogar’ responde al perfil tradicional que todos tenemos en la cabeza", subrayó.
La soledad, la desconexión social y afectiva y la marginación son algunas de las consecuencias más duras que sufren los sin techo, agregó Aniorte, quien puntualizó que "todas las personas ’sin techo’ son ciudadanos ’sin hogar"’.
En España, según datos aportados a EFE por Cáritas, hay 10.000 plazas de albergue para estas personas, el 72 por ciento de las cuales viven en poblaciones con más de 20.000 habitantes "y sólo el 9 por ciento de los centros se encuentra en pueblos de menos de 5.000 habitantes".
Según un estudio realizado por Cáritas en colaboración con la Universidad de Comillas, la red de centros es mayoritariamente privada, tanto en lo que se refiere a la titularidad (únicamente el 21 por ciento de los centros son públicos) como a la gestión (el 14 por ciento son de gestión pública).
Cáritas por sí sola gestiona el 40 por ciento de la red de atención a personas sin hogar.
En este sentido, tanto Cáritas como "Solidarios" consideran que existe una "verdadera dejación por parte de la Administración pública en este sector".
Hay "una irresponsabilidad por parte de la Administración pública con respecto a las obligaciones que le dicta la ley" en relación a dicho colectivo, según Aniorte, quien agrega que "la Administración es la responsable de las personas ’sin hogar"’.
"En las actuales circunstancias, sometida a convenios y subvenciones renovables cada año, la red actual no garantiza por sí sola los derechos básicos ni las condiciones mínimas necesarias para realizar un verdadero trabajo de inserción: accesibilidad, continuidad, estabilidad...", dice el estudio de Cáritas.
En este sentido, Aniorte explicó como el 85 por ciento de los recursos que se destinan a dicho colectivo "son sólo asistenciales", lo que en su opinión es "un parche del momento".
Aniorte cree que la política asistencial pone la atención en la "subsistencia diaria y en dar todos los días un plato de sopa al que lo necesita, lo que ahonda en términos como la beneficencia y la caridad, que no ayudan y destrozan al que cada día hace una fila".
Según el estudio de Cáritas, "los servicios de alimentación, primera acogida, alojamiento, higiene y ropero, están mucho más extendidos que los servicios laborales, de atención psicológica o educativos.
Por otro lado, el análisis revela que alrededor de 2.900 personas asalariadas y 13.500 voluntarios se encuentran implicadas de un modo u otro en la acción social con personas sin hogar en España.
"Para llevar a cabo esta tarea, se dispone de un presupuesto "bastante reducido. En una estimación general, se puede decir que en España se emplean alrededor de 60,1 millones de euros (73,9 millones de dólares) en atender a las personas sin hogar", según Cáritas.
Esto significa que la red dispone de entre 17 y 22 dólares al día por persona sin hogar para cubrir todos los gastos: que van desde la comida, la ropa y el alojamiento, a los gastos generales de mantenimiento y personal.
