SORRENTO, Italia.- Japón sufrió hoy otra derrota en el seno de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que rechazó su pedido de multiplicar por seis la cuota de captura del rorcual aliblanco en la Antártida.
En la reunión en la ciudad italiana de Sorrento, 19 naciones votaron a favor de la propuesta y 30 la rechazaron, informaron fuentes de las delegaciones.
Japón proponía poder matar en los próximos cinco años a 2.914 ballenas de la especie rorcual aliblanco (minke) por año en la zona protegida de la Antártida. Pese a la prohibición de caza comercial, los japoneses capturan al año ya 400 de estos cetáceos bajo la excusa de su uso en investigaciones científicas.
Tokio argumenta que es necesario matar a más ballenas que hasta ahora para probar que son ellas las responsables de la disminución de las reservas pesqueras. ’’Pero por supuesto que la carne de las ballenas irá a Japón’’, criticó la organización ecologista Greenpeace.
Esta nación es el principal consumidor mundial de carne de ballena. De todos modos, según el artículo 8 de la veda, la CBI no puede prohibir en principio a Tokio que aumente su cuota de caza con objetivos científicos.
La bióloga marina alemana Kristin Kaschner presentó a la Comisión una investigación que no encontró indicios de que se superpongan los caladeros y las zonas donde se alimentan las ballenas. Estos mamíferos comen además fundamentalmente plancton, calamares de aguas profundas y pequeños cangrejos, señala el documento.
Al inicio de la reunión de la CBI, que termina el jueves, Japón pidió eliminar la prohibición de cazar ballenas. Finalmente se impuso por una escasa mayoría el bloque de los países que se oponen a levantar la veda, pese a que Tokio amenazó con ’’tomar serias medidas’’ si no se elimina hasta 2005.
Sin embargo, los expertos creen poco probable que Japón abandone la CBI, porque entonces sólo podría pescar cetáceos en sus aguas territoriales.