NACIONES UNIDAS.- El recién nombrado representante especial de la ONU y jefe de la misión en Haití, Juan Gabriel Valdés, afirmó hoy que uno de los grandes desafíos que enfrenta es que el pueblo haitiano sienta que se está actuando en su beneficio.
En una entrevista con EFE, tras reunirse con el secretario general, Kofi Annan, Valdés indicó que para que la comunidad internacional tenga una implicación a largo plazo en Haití dependerá de factores tanto internos como externos.
"Primero, el pueblo haitiano tiene que sentir que lo que está sucediendo en su país, con el establecimiento de la misión, es en su beneficio y no perciban que se están quedando al margen del proceso", subrayó el jefe de la Misión para la Estabilización de Haití de la ONU (MINUSTAH).
Para ello, anotó, se debe actuar de forma "rápida y práctica", y que todas las actuaciones que se lleven a cabo en la misión lleguen a la población.
En segundo lugar, resaltó, que para que la comunidad siga apoyando al pueblo haitiano durante una década o más dependerá de cómo se lleve a cabo el proceso democrático.
"Si los haitianos participan y se legitima el poder, creo que sí va a haber un interés por parte de la comunidad internacional, pero esto dependerá de cómo el pueblo haitiano es capaz de organizar un proceso inclusivo democrático", aseveró.
Valdés indicó que la principal particularidad de la fuerza de paz y estabilización en Haití de la ONU es la participación extraordinaria de América Latina.
Recordó que Chile participó en la primera parte de estabilización con el envío de tropas a la fuerza multinacional liderada por EEUU y Francia, y que, más tarde, Brasil y Argentina aportaron soldados, y dentro de unos días lo va hacer también Uruguay. cm-bd
Actualmente, la MINUSTAH cuenta con casi 2.300 soldados y se prevé que a finales de noviembre el contingente se complete y alcance los 6.700 efectivos militares.
"La responsabilidad que han asumido los gobiernos latinoamericanos, junto con el nombramiento de un chileno como jefe de la misión constituye una demostración de un hecho nuevo y es que América Latina se está comprometiendo en los acontecimientos del hemisferio y en las tareas de reconstrucción en la región", resaltó.
Para el chileno Valdés, una cuestión de suma importancia en el desarrollo de los hechos en Haití es que el gobierno interino se ha comprometido a mantenerse fuera de la política partidista y no presentarse a la reelección en las próximas elecciones.
"El gobierno además tiene una fuerte voluntad de enfrentar los temas de la corrupción, de la violencia y desea generar un proceso inclusivo, en el que participen todos los actores para formar un cuadro electoral democrático a finales del año 2005 y se entregue el poder el año 2006", puntualizó.
A su juicio, es este compromiso del gobierno interino haitiano, liderado por el primer ministro Gerard Latortue, lo que está dando una confianza a la comunidad internacional, como se demostró en la Conferencia de donantes que se celebró en los dos últimos días en Washington, en que se logró recaudar 1.085 millones de dólares.
"La conferencia de donantes en Washington representó una nueva ventana de oportunidades, un nuevo clima y una nueva esperanza para Haití. Esperamos que esta vez no fracasemos", declaró.
Valdés explicó que la ONU, el Programa para el Desarrollo (PNUD), el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han elaborado un programa de trabajo intenso, en el que esperan contar también con la participación del sector privado haitiano y las organizaciones no gubernamentales del país, que tienen un poder muy importante.
"Bajo la conducción general del gobierno haitiano, este programa, que constituye un marco de acción y de trabajo, debería permitir que la plata no se bote al mar, que es lo que pasó en los últimos diez años", afirmó.
Por su parte, el secretario general, que presentó a Valdés a la prensa, elogió su experiencia diplomática como embajador de Chile ante la ONU e indicó que le espera "un gran desafío" como jefe de la MINUSTAH.
No obstante, subrayó que dispone de "un buen equipo" y cuenta con el firma apoyo del gobierno haitiano y de la comunidad internacional.