LONDRES.- Una inglesa fallecida recientemente a los 89 años dejó una herencia millonaria a sus perros, informa hoy el diario británico “The Daily Mail”.
Nora Hardwell dejó a “Tina” y a “Kate” su patrimonio de 675.000 euros (830.000 dólares), además del derecho a vivir en su casa con un amplio jardín. El valor de la propiedad en Bath es de 1,2 millones de euros (1,47 millones de dólares).
Henry Escott, de 74 años y jardinero de la señora Hardwell, recibió el encargo de ocuparse de los animales. “Nora sólo vivía para sus perros”, relató Escott. “Eran su vida”.
Por lo visto, la anciana no tenía familiares. Su fortuna proviene de una empresa familiar que heredó y en la que trabajó durante mucho tiempo.
Tras la muerte de los perros, la herencia será repartida a diferentes fundaciones, algunas dedicadas a personas y otras a animales.