TARIJA.— El presidente de Argentina Néstor Kirchner asistió el jueves con su anfitrión Carlos Mesa a la firma de un acuerdo por el que Bolivia se compromete a incrementar de inmediato sus exportaciones de gas a ese país y avanzar en negociaciones para sextuplicar en 2006 las ventas actuales.
Kirchner arribó a esta ciudad del sur de Bolivia para suscribir el acuerdo tan sólo cuatro días después de que el pueblo boliviano votó por el "sí" a la exportación, en un referéndum sobre el destino de las vastas reservas de gas nacionales.
"Podemos llegar a importar cerca de 25 millones de metros cúbicos diarios (MMCD) de gas", confirmó Kirchner a su arribo a Tarija, donde iba a permanecer por pocas horas, para seguir viaje a Venezuela.
Kirchner también aclaró, ante consultas de la prensa, que el volumen adicional de gas que será exportado de inmediato a su país no será desviado a Chile. "Nada que ver, nada que ver, este gas es para Argentina", dijo el mandatario.
Bolivia había impuesto a Argentina en el contrato de venta de los primeros 4 MMCD que no reexporte el gas a Chile, país al que Argentina debió reducir los volúmenes que le vendía desde mediados de los 90. Mesa aspira a emplear el energético como instrumento de negociación con Santiago para obtener una salida soberana al Pacífico.
Argentina, y también México, esperaban la respuesta positiva en la consulta para acordar compras de gas boliviano.
En una carta de intenciones firmada por el ministro boliviano de Energía, Guillermo Torres, y por el secretario del ramo argentino, Daniel Cameron, se establece que Bolivia empezará a bombear a Argentina de inmediato 2,5 MMCD, adicionales a los 4 MMCD que ya le exportaba desde junio.
El contrato inicial sólo garantizaba el aprovisionamiento del gas boliviano por seis meses, en solidaridad con el pueblo argentino ante la eventual crisis energética.
El convenio inicial, firmado en abril, fue objeto entonces del duro rechazo de sectores sindicales e indigenistas radicales bolivianos, que insisten aún en que se debe expropiar los bienes de las empresas petroleras transnacionales e industrializar el gas en Bolivia, no exportarlo como materia prima.
El acuerdo también compromete a ambos países a avanzar rápidamente en un proyecto de exportación, posiblemente para 2006, de un total de 25 MMCD, a través de un gasoducto que abastecería al noreste argentino.
Ambos gobiernos se dieron un plazo de 60 días para firmar un acuerdo definitivo.
El proyecto, llamado Gasoducto del Noreste Argentino, está preliminarmente avaluado en 2.000 millones de dólares, de los que 1.000 se invertirían en Bolivia, según adelantó hace tres meses el ministro de Obras Públicas de Argentina, Julio De Vido.
La empresa argentina Techint es la promotora privada del negocio, dijo el gobierno de ese país.
"Vamos a seguir trabajando fuertemente y solidariamente para que nuestros pueblos traten de recuperar el tiempo histórico perdido", insistió Kirchner en alusión al plazo que se debió esperar para la verificación del referéndum, donde el plan energético de Mesa salió victorioso.
La carta de intenciones también establece que los gobiernos de los dos países se comprometen a "realizar los estudios de factibilidad técnicos y económicos para la instalación de una Central Termoeléctrica en el sur de Bolivia, cercana al límite con la frontera Argentina, para generar y vender energía eléctrica en la región sur de Bolivia y vender el excedente a la república Argentina".
En ella también ambos gobiernos acuerdan estudiar la posibilidad de instalar una planta de separación de los líquidos del gas en Tarija.
Los mandatarios emitieron al final de su encuentro una declaración conjunta en la que se obligan a acelerar el trámite de acuerdo migratorios, planes de integración física y la lucha contra la fiebre aftosa.
La cita de los mandatarios se demoró debido a que el avión que conducía a Mesa sufrió un percance, por lo que debió retornar rápidamente a La Paz para reparar una de sus turbinas.
Esto obligó a que los presidentes no intercambiaran discursos a su llegada a Tarija. Solamente Kirchner, rompiendo el protocolo, declaró a la prensa.
Tarija se encuentra 650 kilómetros al sur de La Paz.
En ese departamento están el 87% de las reservas nacionales de gas, que suman 55 trillones de pies cúbicos, las segundas más grandes de Sudamérica, después de las venezolanas.
