ANKARA.- Las autoridades turcas descartaron hoy que un acto terrorista o un exceso de velocidad hubieran causado el grave accidente ferroviario ocurrido el jueves a unos 125 kilómetros al este de Estambul, que dejó 36 muertos y 81 heridos.
"No se trata de un acto de sabotaje, estamos investigando en todas las direcciones”, dijo el director general de Ferrocarriles Turcos, Suleyman Karaman, pocas horas después del accidente.
“Nuestros especialistas continúan trabajando en el lugar del siniestro”, dijo Karaman y añadió: “Quiero subrayar que todos los trenes en esta parte del trayecto viajan a la misma velocidad por la presencia de curvas”.
Con el tren accidentado, que había sido puesto en servicio en junio pasado, el trayecto entre Estambul y Ankara, de unos 600 kilómetros, queda reducido a cinco horas. Sin embargo, los especialistas advirtieron de que la línea no estaba preparada para ofrecer este servicio.
En un artículo publicado hace sólo dos semanas por el periódico turco “Hurriyet”, un profesor de ingeniería había advertido de que esta línea ferroviaria era extremadamente peligrosa.
“Los rieles se quebrarán debido a la alta velocidad, las vías no soportarán la carga y si éstas no son reparadas, habrá un accidente”, vaticinó en su momento el profesor Aydin Erel, de la Universidad Yildiz de Estambul.
Poco después de producirse la tragedia, las autoridades cifraron el número de víctimas mortales en 139 y el de heridos en 74, cifras que posteriormente se corrigieron a la baja. Todavía no se ha ofrecido ninguna explicación que justifique este baile de cifras.