WASHINGTON.— El informe final de la comisión sobre los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 estableció que no hay pruebas de que el ex Presidente Bill Clinton ordenó atacar los campamentos de entrenamiento de Osama bin Laden a fin de distraer la atención pública por el escándalo con Mónica Lewinsky.
No obstante, el informe sostiene que esa aventura sexual, además de otros asuntos, podría haber tenido repercusiones en la política exterior.
A raíz de los atentados contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania, el gobierno de Clinton atacó con cohetes cruceros presuntos objetivos de bin Laden en Sudán y Afganistán. El informe señala que la reacción a los ataques del 20 de agosto de 1998 incluyó una "dura crítica" de que la acción fue "demasiado drástica".
"En aquel entonces, el Presidente Clinton estaba sumido en el escándalo Lewinsky, que continuó consumiendo la atención pública por el resto del año y los primeros meses de 1999", señaló el informe. "Tal como sucedió en una popular película de 1997 ‘Wag the Dog’, donde un presidente simula una guerra a fin de distraer la atención pública de un escándalo nacional, algunos republicanos en el Congreso trataron de poner en duda la fecha escogida para los ataques".
En su testimonio, los colaboradores de Clinton dijeron a los miembros de la comisión que su consejos al Mandatario en los ataques se basaron solamente en la seguridad nacional. "No hallamos razón alguna para pone en duda sus declaraciones", declararon los miembros de la comisión.
El informe final de la comisión aborda ligeramente la aventura de Clinton con la pasante de la Casa Blanca, lo cual derivó en un juicio político del Mandatario y a su posterior absolución en el Senado. Aunque sólo algunas breves secciones del informe se refieren al caso, los miembros de la comisión pasaron largas horas debatiendo su inclusión y cómo se abordaría en el informe, para decidir al final que era importante incluirlo.
En un capítulo en que se catalogaban las respuestas iniciales de Estados Unidos a los ataques de Al Qaeda, el informe dijo que en la madrugada del 20 de agosto de 1998, Clinton y sus principales colaboradores acordaron atacar los campamentos de bin Laden en Afganistán, cerca de Khowst, al igual que una planta farmacéutica de al Shifa, en Jartún, Sudán.
Informes de inteligencia indicaban que la planta "fabricaba un importante ingrediente de un gas neurológico con financiamiento de bin Laden", aunque la comisión dijo que no había pruebas independientes que corroboraran dicha información.