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Extremistas palestinos vuelven a desafiar a Arafat

Militantes de las Brigadas Mártires de Al-Aqsa se tomaron un edificio gubernamental para exigir al líder palestino que reinstale a sus compañeros que fueron despedidos de las fuerzas de seguridad nacionales.

24 de Julio de 2004 | 16:55 | Reuters
GAZA.- Militantes palestinos se tomaron brevemente un edificio gubernamental en la Franja de Gaza el sábado, pidiendo al Presidente Yasser Arafat que reinstalara a compañeros que dijeron habían sido cesados de las fuerzas de seguridad nacionales.

La Autoridad Palestina -liderada por Arafat-, acosada por disturbios generalizados por acusaciones de corrupción en sus filas, rechazó sin embargo como una “invención” las afirmaciones de los militantes de las Brigadas Mártires de Al-Aqsa, que irrumpieron en un edificio del gobierno municipal de la localidad de Khan Younis antes del amanecer.

Horas antes, palestinos no identificados incendiaron una comisaría de dos plantas en la localidad cercana de al-Zawaida.

“Estamos intentando determinar quién se aprovechó de la inestabilidad en los territorios palestinos para cometer este crimen”, dijo el alcalde Ahmed Abu Zayyid. Al-Aqsa negó su implicación.

Decenas de militantes apostados en el edificio de Khan Younis habían exigido al presidente palestino que cesara a su sobrino, Abu Mousa, cuya designación como alto funcionario de seguridad en Gaza la semana pasada desencadenó protestas de extremistas armados que exigían reformas.

Por la tarde, los militantes se dispersaron tras anunciar un acuerdo por el que 11 miembros de Al-Aqsa que dijeron habían sido cesados de sus cargos de seguridad por Mousa Arafat volverían a sus puestos.

“La crisis finalizó, recibimos una decisión del presidente Arafat para suspender las destituciones”, dijo a Reuters por teléfono el líder de los extremistas, usando el nombre de guerra de Abu al-Haj.

Al-Aqsa, un grupo distinto, de sangre joven dentro de la facción Fatah de Arafat, ha encabezado una revuelta que surgió en septiembre de 2000 después de que las conversaciones de paz con Israel se estancaran. Sus miembros también han elevado su nivel de desafío a la vieja guardia del gobierno palestino aferrada al poder.

Mousa Arafat dijo que ningún miembro de Al-Aqsa servía en las fuerzas de seguridad, por lo que no había habido ningún despido. “Esto es una invención”, dijo en un comunicado.

Sin embargo, Mousa Arafat dijo que 10 miembros de los servicios de seguridad estaban siendo investigados por ser sospechosos de “delitos de seguridad” no especificados.

Apuntando al vínculo de Fatah y Al-Aqsa, Israel y Estados Unidos acusan a Arafat de alentar la violencia palestina. El líder palestino lo niega.

Arafat cambió a los responsables de la seguridad el lunes, pero no cesó a su sobrino. También ha estado tratando de evitar una amenaza de dimisión del primer ministro palestino, Ahmed Qurie, que ha exigido una reforma largamente esperada de las fuerzas de seguridad.