BOGOTÁ.- Las FARC están dispuestas a iniciar negociaciones de paz con el presidente colombiano, Alvaro Uribe, a cambio de que se desmilitaricen los sureños departamentos de Caquetá y Putumayo, fronterizo con Perú, despeje que el mandatario rechaza tajantemente, reveló hoy la prensa local.
En diálogo con el diario bogotano "El Tiempo" el ’canciller’ de las FARC, Raúl Reyes, aseguró que es imposible una derrota de ese grupo rebelde por la vía armada y cuestionó los resultados del Plan Patriota, que según el gobierno es la mayor ofensiva contra los insurgentes en sus cuatro décadas de existencia.
"Nosotros estamos dispuestos a dialogar sobre los temas de los que depende la paz. Pedimos que el gobierno desmilitarice los departamentos de Caquetá y Putumayo para iniciar conversaciones. Las FARC están en todo el país y pueden controlar los dos departamentos", dijo el vocero de esa organización.
A la petición de los dos departamentos, con una extensión de 114.665 kilómetros cuadrados, las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, marxistas) sumaron la entrega de todos sus miembros presos en cárceles, incluido el jefe rebelde ’Simón Trinidad’, a cambio de entregar a los rehenes políticos, militares y extranjeros en su poder.
"Insistimos en el intercambio humanitario, la buena voluntad de la Iglesia y la voluntad de las FARC producirán, tarde o temprano, un acuerdo. Si no es en este gobierno, otro lo tendrá que hacer. Proponemos entregar a todos los canjeables a cambio de todos los guerrilleros presos", aseguró el líder rebelde.
Reyes desmintió versiones de prensa según las cuales dos de los principales dirigentes de su organización estarían buscando contactos con representantes de Estados Unidos en Colombia y Costa Rica para evitar que los comandantes ’Simón Trinidad’ y ’Sonia’ sean extraditados a ese país.
Asimismo, proclamó que las FARC no serán derrotadas militarmente y que la ofensiva que realizan las tropas en el sur del país para golpear a ese grupo será una "frustración" más.
"Va a ser para Uribe otra frustración; la misma que han tenido todos sus antecesores. Todos los gobiernos han querido liquidar a las FARC. Uribe no ha sido el único, unos con mayor intensidad que otros, pero todos lo han hecho. Nadie se debe equivocar diciendo que Uribe es el único que nos ha combatido", comentó Reyes.
El ex presidente "(Andrés) Pastrana (1998-2002) propuso la rendición de las FARC y las FARC no aceptaron y por eso se volvió a la guerra. Guerra que inició Pastrana, a través del Plan Colombia, y que ahora continúa Uribe" con el Plan Patriota, añadió Reyes.
Al ser consultado por los constantes rumores sobre una grave enfermedad que padece el máximo jefe de las FARC, ’Manuel Marulanda’, que incluso lo habría llevado a la muerte, el vocero internacional rebelde niega esas versiones. "Ni murió ni está enfermo", precisó.
Reyes criticó el proceso de negociación que realiza el gobierno de Uribe con sus acérrimos enemigos, los paramilitares de ultraderecha, a los que califica como un grupo de narcotraficantes protegidos por el Estado en Santa Fe de Ralito (norte), sede de las negociaciones, de 368 kilómetros cuadrados.
También se mostró pesimista de que los acercamientos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) segunda guerrilla del país- tengan resultados concretos.
"Somos pesimistas porque no creemos que Uribe tenga la intensión de dar la importancia que el ELN merece como organización revolucionaria". Estimó Reyes.
Reyes también criticó el proyecto de reforma constitucional que busca la reelección del presidente Uribe. "La reelección es algo que tiene que resolver la burguesía de este país: si están dispuestos a continuar la guerra que no se quejen después", concluyó el ’canciller’ de las FARC.
El jefe rebelde se "alzó en armas" contra el Estado colombiano "ante las amenazas, las muertes, las torturas y desaparicconcejo de la ciudad de Florencia, capital de Caquetá, por una facción del Partido Liberal (oposición moderada).
El Plan Patriota, que cuenta con la asesoría militar y apoyo económico de Estados Unidos, prevé el envío de entre 14.000 y 17.000 militares a los sitios de la selva donde se ocultan los principales comandantes de las FARC.
Hace 15 días la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una ayuda de 108 millones de dólares para la campaña contrainsurgente, en un hecho que suscitó preocupación entre distintos sectores colombianos, que temen una mayor intervención norteamericana en el conflicto del país.
