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| Países disponen ayuda |
Un avión Hércules C30 con medicamentos y elementos de primeros auxilios despegará desde Argentina para ayudar a las víctimas del incendio en Asunción.
Asimismo, el Ministerio de Salud trasandino dispuso el alerta y emergencia sanitaria de las provincias de Corrientes, Formosa y Misiones, limítrofes con Paraguay, las cuales deberán tener dispuesta toda su infraestructura hospitalaria para atender casos provenientes del país vecino.
Un avión Cesna trasladará a 13 médicos que llevarán fármacos, suero y otros elementos necesarios para la emergencia.
El aparato, que podría ser utilizado para el traslado de urgencia de algún paciente, permanecerá en Asunción hasta que el gobierno paraguayo lo considere necesario.
Por su parte, el gobierno español puso en marcha un plan de ayuda que responda a las eventuales peticiones del Gobierno de Asunción.
También se abrió una línea telefónica para atender a españoles con familiares en la capital paraguaya que estén preocupadas por su estado.
La embajada española en Paraguay está en permanente contacto con las autoridades, con las que intenta determinar las necesidades específicas a las que pueda contribuir el país ibérico, ayuda que se canalizaría a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). |
ASUNCION.- Al menos a 300 ascendería el número de personas que perdieron la vida, en su mayor parte por asfixia, en un incendio en un supermercado a las afueras de Asunción, en el que también resultaron heridas docenas de personas.
El fiscal encargado de los trabajos de identificación, Edgar Sánchez, confirmó el fallecimiento de 283 personas, pero puntualizó que, al menos, quedan 30 cadáveres en el interior del supermercado, donde los bomberos prosiguen con las tareas de recuperación de los cuerpos.
"El total de muertos llega a 283 y hay 75 identificados", dijo Sánchez y agregó que "por lo que se ha visto, al menos hay todavía 30 cadáveres en el interior del edificio".
El fiscal informó que funcionarios de la Embajada de Alemania se acercaron hasta la Fiscalía para indagar sobre el paradero de dos ciudadanos de ese país, uno de los cuales ya fue hallado entre los fallecidos.
Sánchez explicó que éste es el único extranjero que ha sido identificado hasta el momento.
Las autoridades aún tratan de dar con las causas del incendio, aunque ya ha sido descartada la posibilidad de que fuera el resultado de un atentado con coche-bomba. La hipótesis que más se baraja es que la explosión fue causada por un fallo en el sistema de gas del restaurante del supermercado.
El capitán del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Paraguay, Hugo Onieva, indicó que la mayoría de las víctimas pereció por inhalación de humo al cerrarse la salida del centro comercial en medio de la estampida generalizada.
"La mayoría de la gente que ha fallecido fue por inhalación de gas tóxico y la quemadura en la mayoría de los casos fue posterior, y si hubieran podido salir no habríamos llegado a esta desgracia", afirmó Onieva.
El Presidente paraguayo, Nicanor Duarte, visitó el lugar de la tragedia, tras lo cual decretó
tres días de duelo en memoria de las víctimas. En tanto, el Ministerio de Educación y Cultura anunció la suspensión de clases para mañana.
"Éste es un momento de mucho dolor; vine para alentar a las personas heridas y a los familiares de los fallecidos; ordené que todos los hospitales de las ciudades cercanas a Asunción abran sus puertas para atender a los heridos". sostuvo el Primer Mandatario.
Más tarde, Duarte dirigió un mensaje al país en el que destacó la labor de los equipos de socorro, la solidaridad internacional y la llamada de sus colegas de Brasil, Uruguay, Argentina, Chile y Colombia, para asistir a los sobrevivientes.
"Agradezco a los gobiernos y pueblos amigos que pusieron a nuestra disposición profesionales e insumos para la recuperación de los compatriotas sobrevivientes de este luctuoso hecho", afirmó el Jefe de Estado.
"Como Presidente de la República prometo todo el esfuerzo institucional para el esclarecimiento de la causa de esta tragedia, de modo que se aplique la ley", expresó Duarte al dar el pésame a los familiares de las víctimas.
Detalles de la tragedia
El incendio estalló al mediodía del domingo en el amplio supermercado
Ycuá Bolaños en la periferia de la capital paraguaya.
Mientras policías y bomberos sacaban cadáveres calcinados, los paramédicos y desconsolados familiares comenzaron la tarea de identificar a las víctimas.
Los canales de televisión mostraron escenas macabras de decenas de cadáveres carbonizados y otros aún quemándose.
"Hay gente que va a ser total y absolutamente imposible de reconocer. Es un espectáculo dantesco", relató uno de los bomberos al describir la magnitud del hecho.
El propietario del supermercado, Juan Paiva, y su hijo Daniel fueron detenidos bajo la acusación de presunto "homicidio culposo" y "omisión de auxilio" por haber ordenado que se cerraran las puertas del local una vez iniciado el incendio.
Las radios informaron que, probablemente, decenas de clientes pudieron haberse salvado, pero cuando el incendio se generalizó en el interior del centro comercial, los gerentes ordenaron el cierre del local para evitar el pillaje.
Sin embargo, Paiva dijo a los periodistas que "no es cierto que hayamos ordenado el cierre del local cuando comenzó a propagarse el fuego".
"No tengo el último informe de lo ocurrido pero mis colaboradores me dijeron que hubo un caos; la gente se apuró en ganar la calle pero, lastimosamente, ocurrió una tragedia. Estoy aquí dando la cara, soy responsable y ayudaré a las víctimas", agregó.
Paiva señaló que, normalmente, "los domingos tenemos mucha gente, tal vez 2 mil ó 3 mil personas entre las 8 de la mañana y las 10 de la noche. A la siesta, a la hora del almuerzo, siempre está lleno el lugar".
Vendedores ambulantes, apostados en los alrededores del supermercado de tres pisos, fueron los primeros en realizar las tareas de rescate.
Uno de ellos, de nombre Antonio Martínez, relató que "el fuego, según vimos, comenzó en el fondo del local, seguramente, donde están los tanques de gas".
"El fuego quemó primero la planta baja, más tarde se derrumbó el techo del subsuelo y por último se quemó el primer piso donde está el patio de comidas (restaurantes)".
Martínez agregó que "mucha gente fue sacada con vida, no se cuánta, pero aparte de las víctimas humanas, en el subsuelo fueron aplastados por el concreto derrumbado unos 60 automóviles porque era la zona del estacionamiento".
En medio del desorden, Francisco Barrios, un cliente de la tienda, sentado en silla de ruedas proporcionada por los paramédicos, relató llorando que "junto con mi esposa y tres hijos pequeños nos encontrábamos en la góndola (estantería) de carnes cuando vimos que hubo una explosión hacia la cocina".
"Las chispas parecían de fuegos artificiales; rápidamente se incendió el local y comenzó el griterío y la confusión. Por la humareda y el apuro por salir a la calle, no se dónde perdí a mi esposa e hijos. No los estoy encontrando, estoy desesperado", añadió.
Laboratorios químicos y farmacias se unieron en gesto solidario para donar medicamentos a los diferentes hospitales públicos y privados que atendían a centenares de heridos.
El ministro de Salud Pública, Julio César Velázquez, con rostro de desesperación, dijo a los periodistas que "nunca vi un desastre como esto. Los bomberos están sacando, como pueden, los cadáveres, heridos y algunos individuos mareados por efectos del humo".
"Los centros asistenciales, sanatorios, hospitales, clubes deportivos e iglesias son usadas para reunir los cadáveres y atender a los heridos", apuntó.
Velázquez explicó que "es increíble la cantidad de gente afectada por el desastre; veo niños, mujeres embarazadas, ancianos y jóvenes. Es horroroso".
El ministro de Interior, Orlando Fiorotto, dijo que "todas las unidades policiales, patrulleras y cualquier otro tipo de vehículos puse a disposición del Ministerio de Salud para ayudar en esta catástrofe".
