NUEVA YORK.- Casi tres años después de los atentados terroristas del 11-S, la célebre Estatua de la Libertad abrió hoy parcialmente sus puertas en el extremo sur de Manhattan.
Los visitantes deben someterse ahora a estrictos controles de seguridad, sobre todo cuando se ha elevado la alarma por la posibilidad de un atentado terrorista.
Con esta decisión, el gobierno de Estados Unidos intenta demostrar al mundo que la libertad no se deja oprimir, dijo la secretaria del Interior Gale Norton, quien rechazó que la clausura de los pisos superiores de la estatua sea un triunfo para los terroristas. "Ha ganado la seguridad", afirmó en declaraciones a la cadena CNN.
La visita al monumento se limita a la plataforma, a unos 50 metros de altura, porque la ciudad de Nueva York considera imposible garantizar la seguridad de quienes se encuentran más alto en caso de incendio. Esto, subrayó Norton, no tiene nada que ver con el terrorismo.
Tanto la Estatua de la Libertad como el edificio Empire State y otras construcciones características de Nueva York fueron clausuradas después del 11 de septiembre de 2001. Pero la cúpula de la estatua, al contrario que en el resto de los casos, sigue cerrada.