
La cifra oficial de muertos por el ataque alcanza a 237.062 personas.
TOKIO.- Hiroshima recordó hoy la hecatombe atómica que en 1945 redujo esa ciudad japonesa a cenizas y sus autoridades acusaron a Estados Unidos de potenciar con su política nuclear la existencia de regímenes dispuestos a repetir aquel drama.
En una emotiva ceremonia a la que asistieron unas 50 mil personas, en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima, el Primer Ministro japonés, Junichiro Koizumi, hizo una ofrenda floral en recuerdo de las víctimas del primer ataque nuclear de la historia.
Allí mismo, la llamada "Campana de la paz" repicó justo a las 08:15 de la mañana, cuando el bombardero norteamericano "Enola Gay" dejaba caer el 6 de agosto de 1945, hace 59 años, la bomba que determinó el fin de la II Guerra Mundial y cambió el curso de la historia.
Las miles de personas que asistieron al memorial cerraron los ojos y guardaron un minuto de silencio; poco después, fueron liberadas palomas blancas y grises como símbolo de la paz.
La ceremonia de 45 minutos rindió también homenaje a las 5.142 personas cuyos nombres se añadieron este año a la lista, con los que alcanza a 237.062 el número de fallecidos víctimas oficiales de un bombardeo cuyo poder destructivo no ha sido igualado.
La bomba que cayó sobre Hiroshima mató instantáneamente y en los meses siguientes a cerca de 140.000 personas, pero la radiación fue aniquilando a otros miles de personas durante varias generaciones.
El 9 de agosto de 1945, tres días después del ataque contra Hiroshima, otro bombardero norteamericano dejaba caer una segunda bomba atómica, esta vez sobre Nagasaki, donde murieron 70.000 personas.
Tras el doble ataque nuclear, a Japón no le quedó otra salida que la capitulación.
El próximo lunes, Nagasaki realizará una ceremonia similar para marcar el también 59 aniversario del lanzamiento de la segunda bomba atómica.
Estados Unidos justificó el uso de estas armas como un modo de ahorrar un costoso ataque en tierra en Japón a finales de la II Guerra Mundial.
Crítica a Estados Unidos
En su Declaración de la Paz anual, el alcalde de Hiroshima, Tadatoshi Akiba, lanzó duras críticas a Estados Unidos y advirtió del peligro que entrañan en Japón los cada vez más numerosos movimientos que tratan de resucitar el militarismo de antaño.
"La egocéntrica visión del mundo de Estados Unidos está alcanzando límites insuperables", acusó el primer edil.
Según Akiba, "tras ignorar a la ONU y la ley internacional, Estados Unidos ha reanudado la fabricación de armas nucleares más pequeñas y manejables", lo que ha llevado a otros países, como Corea del Norte, a tratar de garantizar su seguridad por los mismos medios, añadió.
La reanudación por Corea del Norte de un programa nuclear con fines militares y los rumores sobre su presunta posesión de varios artefactos atómicos han causado una especial preocupación en Japón.
A nadie se le escapa en Japón que algunas de sus principales ciudades estarían entre los primeros objetivos de un ataque nuclear de Corea del Norte, cuyos misiles ya han demostrado, en varias pruebas, que pueden alcanzar territorio nipón.
Tras las palabras de Akiba, el Primer Ministro japonés prometió que su Gobierno presionará por el "desarme nuclear y la no proliferación", urgiendo a las administraciones de otros países "a firmar con celeridad un tratado de prohibición de pruebas atómicas".
Sin embargo, Koizumi, cuya popularidad está en claro retroceso, apenas obtuvo unos tímidos aplausos a su discurso e incluso recibió algunos abucheos de la multitud, donde abundaban los pacifistas contrarios a la política de defensa de la actual administración, que incluye el envío de tropas a Irak.
El alcalde de Hiroshima se refirió a los grupos que apuestan en Japón por una revisión de la Constitución no militarista del país y pidió al Gobierno de Koizumi que frene tales pasos.
El artículo noveno de la Constitución japonesa establece que este país "renuncia para siempre a la guerra" y "al uso de la fuerza como medio para resolver disputas internacionales".
"El Gobierno japonés, como representante nuestro, debería defender la Constitución pacífica, de la que todo japonés debe sentirse orgulloso, y rectificar la tendencia actual, dentro y fuera del país, que avanza hacia la abierta aceptación de la guerra y las armas nucleares", dijo el primer edil.
Según Akiba, el Gobierno nipón "debe cumplir su obligación" teniendo en cuenta que Japón "es la única nación que ha sido víctima de las bombas atómicas".
La Alcaldía de Hiroshima había pedido a siete potencias nucleares (Estados Unidos, Rusia, Francia, Gran Bretaña, China, Pakistán y la India) que enviaran a sus representantes a la ceremonia de hoy, pero finalmente sólo aceptaron los Gobiernos de Moscú e Islamabad, además de la ONU.
En un mensaje a la ciudad de Hiroshima, el secretario general de la ONU, Kofi Annán, denunció la "existencia de redes clandestinas que trafican con materiales nucleares" y la posibilidad de que grupos terroristas accedan a los mismos.
"La meta de un mundo libre de armas atómicas está todavía muy lejos", dijo Annan en su comunicado.