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Dos atentados en el norte de España

Dos bombas explotaron en las regiones de Cantabria y Asturias. El grupo terrorista ETA sería el responsable.

07 de Agosto de 2004 | 11:27 | EFE
SANTANDER.- Dos bombas atribuidas a la banda ETA estallaron hoy sin provocar víctimas en sendas localidades del norte de España, en las primeras acciones terroristas tras los atentados del islamismo radical del pasado 11 de marzo en Madrid.

Los artefactos hicieron explosión en los municipios de San Vicente de la Barquera (Cantabria) y Ribadesella (Asturias), después de que dos llamadas telefónicas avisaran, en nombre de ETA, de su colocación a los diarios "Gara" y "La Nueva España".

La presencia de personas en ambas localidades era masiva ya que en Ribadesella se celebraba el Descenso Internacional del Río Sella, un acontecimiento deportivo que además de numeroso público había congregado a autoridades como la ministra española de Agricultura, Elena Espinosa, mientras que en San Vicente de la Barquera se celebraba el tradicional mercadillo de los sábados.

El artefacto que estalló en San Vicente de la Barquera, una de las localidades más turísticas de Cantabria, pasadas las 13.00 horas (15.00 GMT) pesaba unos 200 gramos y estaba colocado en un recipiente de plástico depositado junto a un seto de un parque.

Fuentes oficiales informaron a EFE que provocó "escasos daños" ya que agentes de la Guardia Civil habían desalojado la zona tras la llamada de un comunicante anónimo al diario vasco "Gara", usado habitualmente por ETA como portavoz.

El lugar donde explotó el artefacto está situado en el centro de la población, rodeado de numerosos bares y restaurantes y a escasos metros del lugar donde cada sábado se celebra un mercadillo.

Otra bomba estalló poco antes de las 13.00 horas (15.00 GMT) en Ribadesella (Asturias), minutos después de que el diario asturiano La Nueva España recibiera un aviso de su colocación en nombre de ETA, informaron a EFE fuentes de los servicios de emergencias.

Las mismas fuentes indicaron que la deflagración no causó ningún herido y que el artefacto, de escasa potencia, estaba situado en el seto de una de las viviendas situadas en el paseo anexo a la playa de Santa Marina.

Según señalaron a EFE testigos presenciales, la deflagración, "que sonó como un petardo", provocó la rotura de algunos cristales de las ventanas del Hotel La Playa y derribó el muro exterior de la vivienda en la que estaba colocado el artefacto.

La llamada al diario asturiano se produjo en torno a las 12.10 horas (14.10 GMT) y el comunicante anunció la colocación del explosivo en Ribadesella y también la del artefacto colocado en San Vicente de la Barquera.

Asimismo se advertía de la colocación de un tercer artefacto explosivo en otra localidad, que no pudo ser identificada por la persona que atendió la llamada debido a la rapidez con la que hablaba.

El estallido se produjo cuando en la localidad de Ribadesella se encontraban presentes autoridades nacionales y locales y miles de personas, congregadas por la celebración de la 68 edición del tradicional Descenso Internacional del Sella en la denominada "Fiesta de las Piraguas".

Entre las personalidades asistentes a este evento se encontraban, además de la ministra Elena Espinosa, el presidente regional de Asturias, Vicente Alvarez Areces, y el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, que pudieron escuchar la explosión desde la tribuna dispuesta para la entrega del premio.

La policía española dio a conocer ayer la identidad de seis presuntos miembros de ETA que podrían estar preparando algún atentado para cometer durante el periodo estival, época del año en la que la banda suele atentar contra algún interés turístico.

También el pasado mes de junio, la policía francesa, en colaboración con la española, desarticuló el núcleo dirigente de los grupos de reserva del aparato militar de ETA y detuvo a ocho personas en diferentes localidades de ese país.

ETA atenta contra el sector turístico, uno de los más importantes de la economía española, desde hace veinticinco años, en concreto desde el 29 de junio de 1979 cuando hizo explotar dos artefactos en la localidad mediterránea de Benidorm (Alicante).

Seis personas han muerto (tres en 1991, una en 2001 y dos en 2002) y un número elevado de ciudadanos ha sufrido heridas de diversa consideración en estas acciones terroristas, que en la mayor parte de los casos han sido precedidos por llamadas de advertencia de los terroristas y han provocado exclusivamente daños materiales.