NAYAF, Irak.- Tropas de Estados Unidos, respaldadas por tanques y aviación, tomaron el jueves control del centro de la ciudad santa de Nayaf, en un gran asalto contra los rebeldes chiítas, pero se mantuvieron alejadas de un lugar sagrado para millones de seguidores de esa rama del Islam.
Aviones de combate y helicópteros Apache atacaron las posiciones de la milicia en un cementerio próximo a la mezquita del Imán Alí, desatando protestas al menos en otras dos ciudades, mientras la insurrección en la que han muerto cientos de personas en el centro y sur de Irak entraba en su segunda semana.
Al menos 72 personas murieron y 148 resultaron heridas el jueves en ataques aéreos de Estados Unidos y combates entre la policía iraquí y milicianos chiítas en Kut, al sur de Irak, dijo un funcionario del ministerio de Salud iraquí.
Otras 25 personas murieron en enfrentamientos en Bagdad y 21 más en otras ciudades en las últimas 24 horas, añadió. No había datos de víctimas de la ofensiva de Nayaf.
La ofensiva contra el Ejército Mehdi del clérigo radical Moqtada al-Sadr y el odio creciente a los soldados estadounidenses entre la mayoritaria comunidad chiíta podría llevar a una situación difícil de controlar para el primer ministro interino, Iyad Allawi, si los lugares sagrados resultan dañados o aumenta la cifra de fallecidos.
Allawi instó el jueves a que los rebeldes dejen las armas y que se retiren de Nayaf, en una declaración que leyó un alto funcionario. El primer ministro iraquí también reiteró su invitación para que la milicia leal a Sadr se incorpore al proceso político del país.
"Este gobierno convoca a que todos los grupos armados dejen sus armas y se unan de nuevo a la sociedad. El proceso político está abierto a todos y todos están invitados a participar en él", dijo Allawi.
ONU extiende mandato
Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad el jueves la extensión, a su segundo año, de la misión de las Naciones Unidas en Irak, que hasta ahora no ha podido activarse debido a la falta de seguridad.
La votación de la resolución redactada por Washington y Londres tiene lugar alrededor de un año después de un ataque con bomba contra las oficinas de la ONU en Bagdad en el que murieron el jefe de la misión, Sergio Vieira de Mello, y otras 21 personas.
A última hora de la tarde del jueves, los aviones de combate de Estados Unidos bombardeaban objetivos cerca de la casa de Sadr, mientras los marines se enfrentaban a milicianos en la zona, dijeron testigos. Se podían apreciar columnas de humo negro mientras los combatientes intercambiaban disparos. El paradero de Sadr se desconoce.
Reforzando su cerco a la ciudad, los marines bloquearon la entrada a la mezquita del Imán Alí, uno de los lugares más sagrados para los chiítas, y donde muchos milicianos se han refugiado.
El ejército de Estados Unidos dijo que el asalto excluiría la mezquita del Imán Alí. Un portavoz del ministerio del Interior iraquí dijo a la CNN que fuerzas iraquíes en solitario desarmarían a la milicia que se refugia allí.
Pero había temores de que podría ocurrir una sangrienta batalla luego de que el Ejército Mehdi prometiera no rendirse y dijera que Sadr lideraba la defensa en el santuario y en el enorme cementerio, uno de los mayores de Oriente Medio.
"La moral de los combatientes es muy alta", dijo Ahmed al-Shibani, un portavoz de Sadr en Nayaf.
La acción de las fuerzas de la coalición fue respondida por hombres armados que lanzaron granadas y bombas de morteros contra posiciones de Estados Unidos, a veces disparando desde el interior de la mezquita del Imán Alí.
Muchos civiles abandonaron el centro de la ciudad, algunos escapando en carros tiradas por burros.
Tras el inicio de la ofensiva en Nayaf, destinada a aplastar el corazón de la rebelión chiíta que se ha extendido a siete ciudades, estallaron protestas en Bagdad, donde los milicianos chiítas atacaron una comisaría de policía, y en Basora, en el sur de Irak.
Unos 2.000 efectivos de EE.UU. y 1.800 miembros de la seguridad iraquí están desplegados en torno a Nayaf, ciudad de 600.000 habitantes situada a 160 kilómetros al sur de Bagdad.
Un fotógrafo de Reuters dijo que había visto a decenas de milicianos muertos en casas civiles en Nayaf. Indicó que los cadáveres habían sido trasladados de la zona de la batalla y cubiertos con hielo para conservarlos antes del entierro. No está claro cuando murieron.
Pese a la acción militar en Nayaf, Sadr ha ordenado a sus hombres que continúen luchando aunque muera o sea capturado. Los últimos combates han puesto fin a dos meses de tregua entre las fuerzas de Estados Unidos y su voz más crítica en Irak.
Las tropas de Estados Unidos dicen que han matado a 360 leales de Sadr hasta ahora en Nayaf. Un portavoz de Sadr dice que la cifra de bajas es mucho menor.