Tanto el gobierno como la oposición convocaron a sus partidarios a madrugar para votar en la consulta.
CARACAS.- Toques militares de dianas, petardos y bocinas despertaron en la madrugada del domingo a los venezolanos, que comenzaron a votar temprano en un inédito referéndum para decidir si Hugo Chávez se mantiene en el poder.
Cientos de venezolanos hacían largas filas desde aproximadamente las tres de la madrugada en las afueras de los centros de votación, muchos de los cuales se mantenían cerrados pasadas las seis de la mañana pese a que la apertura estaba prevista para a esa hora.
Una televisora mostró algunos lugares donde la gente había comenzado a sufragar, mientras se esperaba un reporte del Consejo Nacional Electoral (CNE) que en la víspera instó a votar con civismo, paciencia y paz y garantizó la transparencia del proceso.
"Las colas son inmensas. En todos los centros de votaciones hay fiestas, hay una fiesta en toda Caracas", dijo el Ministro de la Defensa, general Jorge García, en un reporte que daba a Chávez, quienes fueron entrevistados cerca de las seis de la mañana por el canal de televisión del Estado.
El mandatario de tendencia izquierdista sostuvo: "Hoy es un día de júbilo para la democracia participativa, para nuestra Constitución y para nuestro pueblo".
Tanto el gobierno como la oposición convocaron a sus partidarios a madrugar para votar en la consulta, en la que más de 14 millones de electores deberán escoger entre el "Sí" y el "No" a la pregunta de si Chávez debe dejar anticipadamente la presidencia.
En la víspera de este referéndum histórico para el quinto exportador mundial de crudo, los venezolanos expresaron temores a que se desate la violencia o a que alguno de los bandos no reconozca los resultados de la consulta.
Tanto las últimas encuestas como las masivas manifestaciones callejeras con las que culminó la campaña indicaron una estrecha diferencia entre la oposición y los partidarios del ex militar.
Proceso tranquilo
Al iniciarse la votación reinaba la calma.
"Todo está caminando bien (...) Es impresionante el clima entre las personas integrantes de la mesa, de cooperación", dijo el jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), el embajador Valter Pecly. "Esperemos que siga el espíritu cívico, democrático".
También Chávez lanzó un mensaje pidiendo calma: "Pidamos a Dios que se mantenga todo el día de esa manera y le pido a los venezolanos que lo hagamos en santa paz".
Muchas de las personas expresaron estar dispuestas a esperar pacientemente en sus filas. La mayoría llevaba agua, sillas portátiles, algo de comida y sombrillas.
"Es un día muy importante. Hoy es un día muy grandísimo y le damos gracias a Dios para ir adelante en esta lucha", dijo Yamilet, un ama de casa de unos 50 años, quien dijo estar haciendo la fila desde las tres de la madrugada.
A esa hora, Caracas se vio sacudida por cientos de petardos, toques militares de diana y megáfonos.
"!A despertarse que comenzó la Batalla de Santa Inés!", gritó un hombre por un megáfono en la urbanización Santa Mónica, en el sur de Caracas, seguido por un toque de diana desde un fuerte militar cercano y cientos de petardos.
Chávez denominó el 15 de agosto como el día de la Batalla de Santa Inés, uno de los combates del siglo XIX que llevaron a la independencia de Venezuela, encabezada por Simón Bolívar, en quien el mandatario dice inspirarse para impulsar su "revolución".
Líderes de la oposición hicieron lo mismo: "!A despertarse!, !a despertarse!. Hoy es el gran día", gritó otro hombre por megáfono en la misma urbanización de Santa Mónica.
La oposición impulsó el referéndum contra Chávez, a quien acusan de querer imponer un sistema semejante al cubano y de haber arruinado al país al dilapidar sus millonarios ingresos petroleros.
Pero Chávez, que llegó a la presidencia con un masivo respaldo en las elecciones de 1998 y fue reelecto en el 2000, dice liderar una revolución a favor de los pobres y defiende el uso de recursos petroleros para programas sociales de educación y salud. "Hay que darle poder a los pobres", dice el gobernante frecuentemente.
