PARIS.- El "Grupo de Combatientes de la Guerra Santa Islámica", organización hasta ahora desconocida, reivindicó hoy el atentado cometido anoche contra un centro social judío en París, a través de un comunicado difundido a través de un sitio de internet.
El presidente francés Jacques Chirac "condenó con fuerza" el atentado, manifestó su "plena solidaridad" con la comunidad judía en Francia, y prometió "determinación absoluta" de las autoridades para hallar y castigar a los culpables.
"Un grupo de jóvenes mujaidines (combatientes) provocó un incendio contra un templo judío en Paris a las cuatro de la mañana", se adjudicó el mencionado grupo, en un comunicado cuya autenticidad no ha podido ser confirmada.
El comunicado está firmado por "Jamaat Ansar Al Jihad al Islamiya" o "Grupo de combatientes de la Guerra Santa Islámica".
El grupo aseguró que el ataque "es una respuesta a los actos racistas judíos en Francia contra el Islam y los musulmanes, y la profanación de cementerios musulmanes de parte de los judíos".
También se aseguró en el comunicado que el atentado "constituye además una respuesta a los actos racistas y salvajes judíos en los países musulmanes como Palestina y otros países árabes y musulmanes".
El incendio intencional que anoche destruyó un centro social judío en París causó hoy una ola críticas de los gobiernos de Israel y de Francia, que prometieron determinación para hallar y castigar a los culpables.
El ministro del Exterior israelí, Silvan Salom, se manifestó hoy "preocupado" por el ataque antisemita contra el centro comunitario judío, ubicado en la zona oriental de la capital francesa.
"Manifestamos nuestra profunda preocupación ante el infame ataque antisemita que se registró en Francia", dijo Shalom.
También "el presidente de la República (Chirac) manifiesta su profunda indignación por el incendio criminal que destruyó el centro social judío de rue Popincourt de París", se lee en el comunicado que difundió esta mañana el Eliseo.
Según este comunicado, Chirac "condena con fuerza este acto injustificable y manifestó su plena solidaridad a los responsables y al personal del centro así como a la comunidad judía en Francia".
Por su lado, el primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, expresó que "Francia será extremadamente severa contra quien se abandona al antisemitismo".
"Los autores de estos crímenes incurren en penas de prisión que pueden llegar a 20 años. La fiscalía francesa pedirá la pena máxima y las fuerzas del país serán movilizadas para que el arresto de los autores de estos crímenes sea rápido", dijo el premier tras visitar el centro social devastado por un incendio.
"Es un insulto ver las esvásticas en el momento en que se celebra la liberación de nuestro país", agregó Raffarin.
El Partido Comunista Francés (PCF) expresó a través de un comunicado que "más que nunca es la hora de la lucha determinada contra el antisemitismo y todas las formas de racismo".
"Todo deber ser realizado para hallar, enjuiciar y condenar a los autores de estos actos", agregó el PCF.
También el Partido Socialista condenó el ataque, y acusó al gobierno de que la "lucha contra el antisemitismo a solamente verbal".
El ministro del Interior francés, Dominique Villepin, expresó su condena por "el incendio criminal que dañó el centro judío", y pidió al prefecto de la policía de París que "movilice todos los medios de investigación necesarios en vista de la identificación de los autores".
El alcalde de París, Bertrand Delanoe, se trasladó esta mañana hasta el sitio del incendio, donde se encontró con Claude Zaffran, rabino de la sinagoga de rue de la Roquette, cerca de allí.
Delanoe calificó a los autores del acto de antisemitismo como "asesinos de nuestros valores".