KUFA, Irak.- Una ronda de morteros cayó sobre la principal mezquita de la ciudad de Kufa el jueves, dejando 27 muertos y 63 heridos, conforme se preparaban para marcha a la violenta ciudad de Nayaf, dijeron funcionarios y testigos.
Horas después del ataque, elementos armados no identificados dispararon contra miles de chiítas que marchaban hacia Nayaf, con saldo de al menos tres muertos y 46 heridos, dijeron testigos.
Miles de personas estaban reunidas alrededor de la mezquita del domo dorado en ese momento y las ambulancias llegaron a toda prisa al área para llevar a los heridos a los hospitales. Había varios cadáveres en la mezquita, bastión de los seguidores del religioso radical Muktada al-Sadr, dijeron testigos.
Jussam al-Jusseini, lugarteniente de al-Sadr, dijo que un mortero cayó en la mezquita y otros dos cerca de sus puertas. Otros indicaron que fueron dos las detonaciones.
Había sangre regada sobre el concreto del patio posterior de la mezquita y un par de sandalias yacían abandonadas en las cercanías, señalan imágenes de Associated Press Television. Las esquirlas lanzadas por la detonación arrancaron pedazos de los muros y el pavimento, pero parece que no hubo daños estructurales graves al edificio.
Mojammed Abdul Kadjim, funcionario del hospital al-Furat al-Awsat, en Kufa, dijo que murieron 27 personas y 63 más resultaron heridas. La morgue estaba llena de cuerpos y más de una docena de cadáveres tuvieron que ser dejados en el jardín del nosocomio.
Ante el hospital estaba reunida una multitud airada, la cual gritaba lemas como "Dios es Grande".
Aún no se ha determinado quién disparó los morteros. Los estadounidenses han enfrentado a rebeldes chiítas leales a al-Sadr en el vecino Nayaf, y en ocasiones en la misma Kufa, durante tres semanas.
"Estábamos reunidos dentro y fuera de la mezquita, preparándonos para viajar a Nayaf cuando dos morteros cayeron, uno dentro de la mezquita y el otro en la puerta principal. Este es un acto criminal. Solamente queríamos realizar una manifestación pacífica", dijo Jani Jashim, quien llevó a un amigo herido al hospital.
Luego del ataque, miles de manifestantes leales a al-Sadr marcharon sobre Nayaf, pero fueron atacados desde una base entre las dos ciudades, dijeron testigos.
Los manifestantes se dispersaron cuando se iniciaron los disparos. Las víctimas fueron desalojadas en vehículos civiles y ambulancias. Al menos tres personas murieron y 46 resultaron heridas, dijo Abdul Kadjim.
El día previo, elementos armados que atacaron desde la misma base dejaron ocho muertos y 56 heridos entre las personas que participaban en lo que parecía ser una manifestación pacífica de apoyo a al-Sadr, de acuerdo con imágenes de Associated Press Television News y fuentes médicas.
El máximo dirigente chiíta de Irak, el gran ayatola Ali Jusseini Al-Sistani, regresó a Irak el miércoles luego de casi tres semanas en Londres, e iba camino a Nayaf el jueves, en un intento por poner fin a los combates.