Mike Ustick camina sobre los restos de su casa que fue destruida por el huracán Iván en Gulf Breeze, Florida, cerca de Pensacola Friday. (Foto: AP)
NAVARRE, EE.UU. .- Equipos de rescates, auxiliados por perros, rastreaban casa a casa en busca de víctimas y sobrevivientes del huracán Iván, que causó la muerte a por lo menos 33 personas, mientras la Guardia Nacional ayudaba en las labores de limpieza a lo largo de la costa estadounidense del Golfo de México.
Los remanentes del paso del huracán Iván, masas de tormentas desordenadas, provocaron el desbordamiento de ríos y la caída de postes del tendido eléctrico.
Funcionarios de Carolina del Sur y del Norte dijeron que seis personas murieron en esos estados a consecuencia de inundaciones, deslaves y accidentes automovilísticos provocados por las tormentas.
A lo largo de la devastada costa del Golfo de México sonaban las sierras, mientras camiones de carga y buldózeres excavaban y cargaban escombros de la destrucción causada por los vientos de 210 kilómetros por hora de Iván y las potentes marejadas que barrieron casas y edificios en la costa.
"Tenemos edificios de tres y cuatro plantas que han quedado destruidos", dijo David Halstead, un funcionario de la Administración de Emergencias del estado de Florida.
Puentes dañados, como el que comunica a la carretera interestatal I-10 con la bahía de Escambia, cerca de Pensacola, en Florida, obstaculizaron las labores de rescate y la llegada de ayuda. El tráfico de camiones en la I-10 tuvo que ser desviado a través del estado de Alabama.
El número de víctimas fatales de Iván se aproximaba a las 100. Durante sus 10 días azotando el Caribe mató a 69 personas antes de llegar a las costas de Estados Unidos en las primeras horas del jueves, cerca de la localidad de Gulf Shores, en el estado de Alabama, al oeste de la región noroccidental de Florida.
Flotillas de camiones se desplazaban a través de la región para tratar de restaurar el servicio eléctrico a alrededor de 2,8 millones de personas en Alabama, Georgia, Florida, Carolina del Norte y Carolina del Sur, mientras la tormenta, que una vez fue clasificada como el sexto huracán más potente en la historia de tormentas en el Atlántico, continuaba derribando postes del tendido eléctrico.
Decenas de miles de residentes, con escobas, sierras y rastrillos, emprendieron la limpieza de las zonas afectadas.
El gobernador de Florida, Jeb Bush, quien recorrió las zonas del tercer gran desastre provocado por un huracán en su estado en sólo cinco semanas, dijo que los reportes iniciales de las islas eran "desgarradores".
Muchos edificios de Pensacola resultaron destruidos por el viento. Asimismo, calles y estacionamientos quedaron enterrados bajo la arenpor el huracán.
Tornados letales
La tormenta mató al menos siete personas en el noroeste de Florida, la mayoría de ellos por una serie de tornados. Dos personas murieron en Mississippi, una de ellos electrocutada y la otra aplastada por la rama de un árbol.
Al menos tres personas murieron en Georgia. Una niña de 6 años fue arrastrada por la corriente de una inundación en el condado White y una mujer murió en el condado Franklin cuando cayó un árbol sobre un vehículo, entre otras víctimas.
El periódico The Pensacola News Journal reportó otras siete muertes en el condado Escambia, en Florida, que incluye a Pensacola, una ciudad afectada severamente por el huracán.
Los funcionarios no estaban inmediatamente disponibles para confirmar esas muertes, que llevarían el total en Estados Unidos a 27.
Los funcionarios de emergencias estatales ya estaban observando la evolución de la tormenta tropical Jeanne, que azotó la República Dominicana y, según los pronósticos, se movería cerca de la costa este de Estados Unidos a partir del miércoles próximo, posiblemente afectando la zona norte de Florida.
