VATICANO.— El Papa Juan Pablo II mencionó a Irak y la Tierra Santa al exhortar al mundo el sábado a desistir de la violencia, y destacó que el único camino hacia la paz es el de la negociación.
El Pontífice, que recibió en audiencia al embajador egipcio ante la Santa Sede, Nevine Simaika Halim, ha exhortado muchas veces a israelíes y palestinos a que dejen de combatir, y se opuso enérgicamente a la guerra contra Irak encabezada por Estados Unidos.
Juan Pablo dijo que el diálogo debe primar sobre los enfrentamientos, "sea en Irak, donde parece tan difícil regresar a la paz civil, en Tierra Santa, desgraciadamente alterada por un conflicto interminable alimentado por el odio recíproco y el deseo de venganza, o en otros países marcados por el terrorismo que ataca de manera cruel a los inocentes: dondequiera que la violencia revela sus horrores y su incapacidad para resolver conflictos".
La violencia "no produce nada bueno, sólo odio, destrucción y muerte", dijo el papa, y añadió: "Exhorto una vez más a la comunidad internacional a que asuma responsabilidad, fomente el regreso a la razón y la negociación, la única solución posible a los conflictos entre hombres, porque todos los pueblos tienen derecho a vivir en la serenidad y la paz".
