CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II deploró hoy la "escalada del terrorismo" y de "atentados atroces" en el mundo y admitió que esta violencia "perturba" a los creyentes, durante la oración del Angelus ante miles de fieles reunidos en el patio de la residencia estival pontificia de Castelgandolfo.
"En esta alba del tercer milenio, rica en tantas posibilidades, la humanidad se ve marcada por el shock de la escalada del terrorismo", dijo el Papa.
"El proseguirse de atentados atroces contra la vida humana perturba e inquieta a la conciencia de los creyentes quienes se hacen la pregunta: ¿Por qué Señor?, ¿Hasta cuándo?", resaltó Juan Pablo II.
Miles de fieles se reunieron hoy en el patio del Palacio Apostólico de Castelgandofo, a unos 25 kilómetros a sur de Roma, para escuchar al Pontífice, quien elevó su voz durante el Angelus paencia en el mundo.
Sólo en Irak, en la última semana murieron más de 250 personas en hechos de violencia.
Karol Wojtyla, ya se había referido el sábado con preocupación sobre la situación de Irak y de "Tierra Santa", aunque también había mencionado que aún tenía presente el horror de la matanza de niños en Beslan, Osetia del Norte.
El Papa hizo así referencia a la escuela tomada hace más dos semanas por un comando y cuyo asedio concluyó con la intervención de las fuerzas rusas y un saldo de 335 padres y niños muertos, además de 31 secuestradores.
Tras expresar su angustia por "la escalada del terrorismo", el Pontífice analizó el problema desde el punto de vista de la fe y remarcó que "Dios respondió a este interrogante con el sacrificio del propio hijo en la cruz".
"En la muerte de Jesús se encuentran el aparente triunfo del mal y la victoria definitiva del bien", dijo el Papa, invitando a los creyentes a "exaltar la Santa Cruz, ícono de esperanza".
Juan Pablo II, de 84 años, impedido de caminar desde hace más de un año por padecer el mal de Parkinson y debido a sus problemas de artrosis, apareció en relativa buena forma hoy ante los fieles, pero con una notable dificultad en la lectura del texto.
Igualmente saludó en varios idiomas a los peregrinos que acudieron a la residencia de Castelgandolfo, que lo aplaudieron.
El sábado el Pontífice había lanzado un nuevo llamado, pidiendo el fin "del odio, la destrucción y muerte" en Medio Oriente e Irak en estos "tiempos atormentados" y había instado a regresar "a la razón y la negociación" para alcanzar la paz.
También el sábado, el Papa recordó a la comunidad internacional que "podrá haber pacificación duradera en las relaciones internacionales sólo si la voluntad de diálogo prevalece sobre la lógica del conflicto".
En tanto, en la audiencia del domingo pasado, el Pontífice había rezado por la "humanidad golpeada por la explosión de la violencia".
En esa oportunidad, el Pontífice pidió a la Virgen "velar sobre la humanidad en estas horas marcadas por impresionantes explosiones de violencia".
El pasado 11 de septiembre, al expresar su solidaridad y cercanía con el pueblo estadounidense por el tercer aniversario de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, el Vaticano llamó a "romper la cadena de la violencia", ya que "la simple respuesta armada no basta" ante "el terrorismo".
El Papa Juan Pablo II manifestó su "cercanía" con el pueblo norteamericano y recibió a los obispos de Estados Unidos, encabezados por el cardenal Francis Rigali, arzobispo de Filadelfia.
"El cardenal Rigali recordó el tercer aniversario de los ataques terroristas a Estados Unidos. Aseguro a ustedes mi cercanía con el pueblo americano y me uno en la plegaria por el fin del flagelo del terrorismo y por el desarrollo de la civilización del amor", dijo el Papa.
El presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, cardenal Paul Poupard, advirtió que "la simple respuesta armada al terrorismo no basta" y evaluó que existe la necesidad de "romper esta cadena" para que "la ideología de la violencia no pueda arraigarse".
