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Temor entre extranjeros en Irak por creciente ola de secuestros

Ya no basta con vivir en una casa protegida por guardias o en un barrio tranquilo. Los grupos extremistas hacen lo necesario para presionar la retirada de sus enemigos.

21 de Septiembre de 2004 | 10:29 | DPA
BAGDAD.- Entre los extranjeros en Bagdad se extiende el miedo. Se ocultan en complejos hoteleros, asegurados por altos muros de hormigón y guardias de seguridad armados. Evitan los mercados y otros lugares donde se producen aglomeraciones de gente. Nadie quiere caer en las manos del terror por su brutalidad y porque quienes lo ejercen no tienen ningún tipo de clemencia.

Hasta ahora, mantener un perfil bajo era buena estrategia: buscar una casa bonita en un barrio mejor, a ser posible con muros altos, y poner un par de guardias de seguridad. Pero después de que en lugares semejantes fuesen secuestradas dos cooperantes italianas y tres ingenieros -dos norteamericanos y un británico- de residencias similares, esta opción ha dejado de ser atractiva.

En Internet se ha difundió un video que supuestamente muestra la decapitación de uno de esos rehenes, el estadounidense Eugene Armstrong.

Muchos secuestros están relacionados con horribles incertidumbres. Muchas veces aparecen mensajes en páginas de Internet dudosas y resultan luego ser mentira. Un largo período de silencio de los captores hace aumentar el desconcierto de los familiares. De las dos italianas no se ha sabido nada desde su secuestro hace dos semanas.

El contacto con los secuestradores de los periodistas franceses Christian Chesnot y Georges Malbrunot se rompió poco después de su captura. En un mensaje en Internet se aseguraba recientemente que estaban libres, pero que se quedaban con la "resistencia" para "informar" sobre ellas. Nadie sabe qué hay de cierto en este mensaje.

Cada vez son más los grupos nuevos que aparecen, con nombres islamistas y marciales: Una "Brigada Salafista de Abu Bakr el Siddik" secuestró a diez camioneros turcos para forzar a su empresa a retirarse de Irak. Una llamada "Brigada de Mohammed bin Abdulla" secuestró a 18 miembros de la Guardia Nacional iraquí de los que televisión árabe anunció el lunes su liberación.

Se trata de conseguir dinero rápido en efectivo. Pero los contornos se difuminan. El secuestro de los miembros de la Guardia Nacional y de tres miembros de un partido kurdo muestran que también los iraquíes pueden ser raptados por razones políticas.

Además, bandas criminales, especializadas hasta ahora en la variante de conseguir dinero rápido en efectivo, se dedican ahora a vender a sus rehenes extranjeros a grupos radicales islamistas. Las dos italianas podrían haber sufrido ese destino.

El más temido es el grupo "Tawhid wa Yihad", del terrorista jordano Abu Mussab al Zarqawi. Se le atribuyen vínculos con la red terrorista Al Qaeda. Como mínimo, se apoya fuertemente en su ideología fundamentalista.

Las imágenes de los secuestrados por este grupo aparecen rápidamente en las televisiones árabes o en Internet, las exigencias se ponen enseguida sobre la mesa. Cuando no se cumplen, las víctimas son decapitadas ante la cámara. Y el grupo reconoce regularmente los atentados suicidas con muchos muertos que sacuden el país.

La locura tiene sin embargo un método. Con el secuestro de un camionero filipino, Zarqawi logró una retirada anticipada del pequeño contingente militar. Un experto en seguridad opinó: "Grupos extremistas utilizan los secuestros como un método emocional muy efectivo para difundir su mensaje, lograr popularidad y presionar a gobiernos extranjeros".