MIAMI, EE.UU.- La arquidiócesis de Miami aceptó pagar 3,4 millones de dólares en un acuerdo extrajudicial para resolver diversos casos de abusos sexuales en los que estaban involucrados sacerdotes.
El abogado Jeffrey Herman informó hoy que se trata de 23 demandas en las que representaba a personas que acusaban a diversos sacerdotes de haber abusado sexualmente de ellas.
"Los acuerdos son una legitimación y una reivindicación que las víctimas deberían haber recibido hace mucho tiempo", señaló el abogado.
Herman, quien representa a más de la mitad de los 40 monaguillos y otros jóvenes que han demandado a la arquidiócesis en los últimos dos años, informó que los acuerdos van desde los 75.000 a los 500.000 dólares.
Las demandas señalaban a diez sacerdotes que renunciaron o están con permiso administrativo.
Mary Agosta, portavoz de la arquidiócesis, dijo que los acuerdos no significan admisión de culpabilidad.
"Lo que hacen es dar por finalizadas estas situaciones de manera que la Iglesia puede continuar hacia adelante de una manera financieramente responsable y que las supuestas víctimas puedan continuar su proceso de cura", afirmó la portavoz.
Agregó que el arzobispo John Favalora aún no ha tomado una decisión sobre el futuro de los sacerdotes que todavía pertenecen a la institución.
Entre los involucrados en los acuerdos, los sacerdotes Alvaro Guichard, Ricardo Castellanos y Joseph Cinesi reiteraron hoy su inocencia.
"Se trata de un cúmulo de mentiras que buscan sacar dinero a la arquidiócesis", añadió a periodistas Guichard.
Castellanos, por su parte, dijo a través de un representante legal que "el acuerdo fue hecho sin consultarme. Me oponía totalmente a que se realizara".
La arquidiócesis de Miami es una de las mayores del país con 430 sacerdotes y aproximadamente 1,2 millones de fieles.
Durante 2002, diversas arquidiócesis de la Iglesia Católica en EE.UU., entre ellas algunas de Florida, donde se encuentra Miami, fueron demandadas por cientos de personas que alegaban abusos sexuales por parte de sacerdotes.
Destacan los casos del ex sacerdote de una iglesia de Boston John Geoghan y el del obispo Anthony O’Connell de la diócesis de Palm Beach, al norte de Miami.
Geoghan, que fue acusado de abusar sexualmente de 130 personas, fue asesinado en agosto del año pasado cuando cumplía diez años de cárcel por la violación de un menor, mientras que O’Connell renunció en 2002 después de admitir que había tocado sexualmente a un estudiante hace 27 años.
