WASHINGTON.- Los niños obesos pueden mostrar signos de arteriopatía incluso a los siete años, dijeron el lunes investigadores italianos y estadounidenses.
Los investigadores hallaron que las arterias carótidas de 100 niños obesos ya se estaban endureciendo y engrosándose. También observaron marcadores que indican que estos chicos corren mayor riesgo de desarrollar diabetes.
"Se pueden notar cambios vasculares en esta etapa tan joven de la vida", dijo Maurizio Trevisan, director del estudio de la Universidad de Buffalo en Nueva York.
"Sabemos que la obesidad infantil aumenta el riesgo de aterosclerosis y de muerte en la adultez", agregó. "Es importante que los padres de estos niños les ayuden a controlar el peso y que busquen tratamiento inmediato para estos factores de riesgo vinculados con la obesidad".
Trevisan, junto con Archangelo Iannuzzi, del Hospital Cava de Tirreni en Salermo, Italia, y sus colegas, publicaron los hallazgos en la edición de octubre de la revista Diabetes Care.
Para el estudio, examinaron a 100 niños de seis a 14 años que acudieron con sus padres en busca de tratamiento para la obesidad en una clínica de Nápoles. Los investigadores compararon a estos chicos con 47 que tenían un peso normal.
Los niños obesos tenían la tensión arterial y las concentraciones de colesterol más elevadas.
Las determinación promedio de la tensión arterial entre los niños obesos fue de 120/76, mientras que para los que tenía un peso normal fue de 98/65.
Los exámenes por ecografía mostraron que los niños obesos tenían arterias carótidas más gruesas y tensas, según los investigadores.
Las arterias carótidas llevan sangre al corazón.
"En los adultos, se ha demostrado que el engrosamiento arterial es un precursor del estrechamiento de las arterias, lo que predice una coronariopatía clínica", dijo Trevisan.
Se estima que un 15 por ciento de los niños en Estados Unidos padece sobrepeso u obesidad.
Los niños europeos ya están comenzando a competir con el exceso de peso de sus homólogoo demostró que la obesidad daña rápidamente las arterias de los niños y que los padres y médicos tienen que tomar medidas para protegerlos, indicaron los investigadores.
