CORAL GABLES, Miami.- El Presidente estadounidense, George W. Bush, y su rival demócrata, John Kerry, se preparaban el jueves para confrontar sus políticas de seguridad en el primer debate de la campaña rumbo a la Casa Blanca, mientras la creciente insurgencia en Irak se cobró la vida de 34 niños.
La sesión televisada de 90 minutos en el campus de la universidad de Miami comenzará a las 9 p.m. hora local (0100 GMT) y dará a los votantes la primera posibilidad de comparar a los candidatos directamente.
El debate podría jugar un papel importante en un posible vuelco en la carrera hacia la Casa Blanca, que según muestran la mayoría de las encuestas está ajustada, pero inclinándose a favor de Bush.
Los sondeos indican hasta una cuarta parte de los votantes estadounidenses son susceptibles a cambiar su preferencia electoral durante los debates, que a menudo hacen comprender no sólo las posturas de los candidatos, sino también su comportamiento y personalidad.
El debate se focalizará en la guerra en Irak, donde la cifra de víctimas estadounidenses llega ahora a 1.055, y en la lucha contra el terrorismo.
Una serie de coches bomba que estallaron el jueves en diversos puntos de Irak mataron a 48 personas, 34 de ellos niños que se había acercado a recibir dulces de un grupo de soldados estadounidenses en Bagdad.
Dos efectivos estadounidenses murieron, uno en un atentado con coche bomba y otro en un ataque con cohetes.
La guerra en Irak y las políticas antiterroristas han dominado la campaña por meses.
“George Bush está atemorizando a Estados Unidos. Habla de terrorismo todos los días, y la gente observa imágenes terribles de lo que está pasando en el mundo, y son reales: gente degollada, los hechos en esa escuela de Rusia”, dijo Kerry en una entrevista con la cadena televisiva ABC.
“Yo sé cómo pelear una guerra más efectiva contra el terrorismo, y al final de esta campaña Estados Unidos tomará esa decisión, y esa es la razón por la que voy a ganar”, señaló Kerry, agregando que esperaba con ansias el encuentro.
“Es muy inteligente para debatir, gana siempre”, dijo Kerry sobre Bush, agregando que el presidente es pura dialéctica.
El otro protagonista prefirió el silencio. Bush, en un viaje matutino a Stuart, en el estado de la Florida, para evaluar los daños provocados por los recientes huracanes que azotaron la zona, se limitó a levantar sus pulgares y sonreir cuando un periodista le preguntó sobre el debate.
Posiciones enfrentadas
Se espera que Bush critique a Kerry por cambiar su posición con respecto a la guerra. En contraposición, Kerry ha acusado al presidente por hacer de Estados Unidos un lugar menos seguro con su apuro por invadir Irak sin contar con el apoyo internacional, y por su fracaso en planear adecuadamente el período de postguerra.
Nicolle Devenish, directora de comunicaciones de campaña de Bush, dijo que el mayor desafío de Kerry sería establecer una conexión directa con los votantes.
“Uno de los problemas más grandes de John Kerry es que nadie piensa que él cree lo que dice”, declaró Devenish.
Dan Bartlett, el director de comunicaciones de la Casa Blanca, dijo que los preparativos para el debate de Bush fueron “largos y firmes y no un curso acelerado”.
Bush, dijo, “conoce sus posiciones. No tienes que memorizar algo en lo que crees”.
Mientras muchos sondeos muestran que los votantes todavía confían más en Bush para manejar asuntos clave, entre ellos Irak, los debates podría ser la última oportunidad de Kerry para dar un giro a su imagen y convencer a los estadounidenses de que está a la altura del cargo.
“Claramente es una oportunidad para el senador Kerry, estará en posición de igualdad con el presidente”, dijo el asesor de Kerry, Mike McCurry, describiendo la sesión como “una oportunidad para construir otra primera impresión”.
Los candidatos se presentarán en estrados frente a un moderador, el periodista televisivo Jim Lehrer, en un estudio construido en el centro de la cancha de baloncesto de la universidad.
Tienen 90 segundos para responder a cada pregunta y 30 segundos para hacer comentarios sobre la respuesta de su oponente. Los límites de tiempo podrían ir en contra de Kerry, o ayudarle a ser más breve.
Se espera que hasta 50 millones de personas vean este primer debate.