PUERTO PRINCIPE.- La violencia estalló de nuevo el viernes en Puerto Príncipe, donde fueron hallados los cadáveres decapitados de dos policías, un día después de que otros tres agentes de la policía murieron en un enfrentamiento con manifestantes que exigían el regreso del derrocado presidente Jean-Bertrand Aristide.
Por lo menos un civil murió el viernes y las autoridades informaron que la policía mató a dos miembros de una pandilla el jueves.
Los cadáveres decapitados de dos policías fueron hallados en Cité Soleil, señalaron habitantes de esta zona pobre junto al mar habitada por simpatizantes de Aristide y por grupos leales al gobernante derrocado, quien vive en el exilio en Sudáfrica. La estación Radio Metropole también informó de las matanzas.
La policía mató a dos dirigentes de los grupos en esta región el jueves, informó el ministro de Justicia, Bernard Gousse, a la emisora Radio Visión 2000.
Algunos policías intentaban localizar a sus colegas, que fueron secuestrados después de que tres efectivos murieron en donde se llevaba a cabo una manifestación de protesta a unas cuantas calles del Palacio Nacional.
Gousse identificó a los líderes de las pandillas como Tupac y Maxo, e informó que un tercer integrante, Amaral, fue herido.
"Repentinamente había un gran tiroteo, pero nadie vio quién hizo los disparos", señaló el lustrabotas Jonel St. Louis, de 32 años, quien indicó que los disparos lo despertaron alrededor de las cinco de la mañana.
Hubo más disparos el viernes por la tarde cuando los periodistas visitaban el barrio, lo que obligó a la gente a escapar hacia calles laterales.
Varias carreteras principales del centro de Puerto Príncipe fueron bloqueadas por barricadas en fuego y por pilas de rocas. El normalmente atestado mercado estaba vacío.
"Todos están temerosos, no hay seguridad aquí", señaló Fritz Jean, de 43 años, un vendedor de aparatos usados de televisión.
"Simpatizantes de (el partido) Lavalas ordenaron a los vendedores a mantenerse fuera de las calles hoy, y exigieron a todo el mundo a quedarse en sus hogares", indicó Joanel Louis, un ex funcionario ahora desempleado de aduanas de 30 años.