ESTOCOLMO.- Suecia reavivará la próxima semana, con el anuncio de los premios Nobel, una tradición que se remonta a 1901 y cuya intención es honrar a quienes contribuyan al beneficio de la humanidad en seis campos distintos.
El Nobel de Medicina y Fisiología será, este lunes, el primero que se dará a conocer, y a este anuncio le seguirán los de Física, Química, Literatura, Paz y Economía.
La creación de estos premios se debe al escritor y magnate sueco Alfred Nobel (1833-1896), quien llegó a acumular una fortuna de 33 millones de coronas suecas de la época gracias a su talento como inventor, en especial, por haber descubierto la dinamita.
La influencia de la baronesa Berta von Suttner (premiada luego con el Nobel de la Paz en 1905) fue decisiva para convencer al industrial, atormentado por las consecuencias del uso de la dinamita en la guerra, para que legara su fortuna y recompensara a los bienhechores de la humanidad.
En su testamento, Nobel dispuso que su fortuna se invirtiera en valores mobiliarios y seguros y que los intereses se dividieran en cinco partes iguales, que habrían de destinarse a premiar a personalidades en otros tantos campos, sin atender a nacionalidad.
Los bienes de Nobel estaban repartidos por Europa, lo que provocó serios problemas. Finalmente en 1900 el rey Oscar II de Suecia promulga los estatutos de la Fundación Nobel.
Esta fundación tiene como fin velar por la transparencia, promoción y permanencia de los premios, para lo que este año se creó el Nobel Media AB, sociedad que pretende gestionar mejor el programa de los premios y aumentar la protección de sus derechos.
De acuerdo con la voluntad de Nobel, se establecieron premios en cinco categorías -Física, Química, Fisiología y Medicina, Literatura y el Nobel de la Paz-, pero desde 1969 se otorga también el de Economía, instituido por el Banco de Suecia y dotado como el resto.
El proceso de los Nobel es el mismo en todas sus categorías y comienza propiamente dicho el 1 de febrero, fecha límite para la presentación de candidaturas, avaladas siempre por científicos, miembros de academias y profesores universitarios.
Luego, los distintos comités Nobel valoran los méritos de los candidatos hasta elegir al ganador o ganadores, que reciben el premio el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de Nobel.
Los de Física, Química y Economía los otorga la Real Academia de Ciencias de Suecia; el de Fisiología y Medicina, el Instituto Karolinska de Estocolmo, el principal hospital sueco; el de Literatura, la Academia Sueca de la Lengua; y el de la Paz, un comité de cinco personas elegidas por el Parlamento noruego.
Por deseo expreso del inventor sueco, el Nobel de la Paz se anuncia y se entrega en Noruega -en época de su creador, unida políticamente a la Corona sueca-, en una ceremonia en el Ayuntamiento de Oslo y en presencia de los reyes noruegos.
El resto de galardones los entrega ese día el rey de Suecia en una ceremonia en la Sala de Conciertos de Estocolmo, y todos los premiados reciben un diploma -obra de un artista sueco-, una medalla de oro y una dotación económica que varía en función de los intereses anuales que haya producido el capital.
Este año serán 10 millones de coronas (1,11 millones de euros).
Los premios pueden quedar desiertos, como ya ocurrió alguna vez, y ser compartidos por un máximo de tres personas. Pero no pueden concederse a título póstumo, salvo que el premiado muera en el período que transcurre entre la concesión y la entrega del mismo.
Aunque el dominio de los hombres en el palmarés de premiados es abrumador, la única persona que ganó un Nobel dos veces fue mujer: la polaca María Slodowska, conocida por Madame Curie, que en 1903 compartió el de Física con su esposo Piérre y con el científico francés Henri Becquerel; y en 1911 se llevó el de Química.
La ambigúedad o la caducidad de los criterios señalados por Nobel en su testamento para premiar a los personajes más destacados en cada campo han rodeado a estos galardones de polémica durante su centenaria historia, especialmente, en el caso del de Literatura y el de la Paz, que son también los que crean más expectación.
Sin embargo, pese a las críticas, los Nobel mantienen su renombre como uno de los premios internacionales más prestigiosos y en pocos días volverán a concentrar la atención de todo el mundo.
