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Premio Nobel de Economía fue para un noruego y un estadounidense

Finn E. Kydland y Edward C. Prescott ganaron el codiciado galardón por sus contribuciones a la dinámica de la macroeconomía.

11 de Octubre de 2004 | 08:41 | DPA
ESTOCOLMO.- Finn E. Kydland, de Noruega, y Edward C. Prescott, de Estados Unidos, fueron distinguidos conjuntamente con el Premio Nobel de Economía 2004, anunció hoy en Estocolmo la Real Academia Sueca de Ciencias, a proposición del Banco de Suecia.

El premio les fue concedido por mitades iguales "por sus contribuciones a la dinámica de la macroeconomía: la consistencia temporal de la política económica y las fuerzas impulsoras tras los ciclos de negocios", dijo el anuncio correspondiente al último Premio Nobel de este año.

En su argumentación, la academia destaca que con sus teorías, formuladas entre 1977 y 1982, Kydland y Prescott ofrecieron un nuevo acercamiento al análisis de desarrollos macroeconómicos.

Hasta comienzos de la década de los 70, el legado del economista inglés John Maynard Keynes (1883-1946) y la depresión económica dominaban las ciencias económicas, que partían de la base de que las fluctuaciones macroeconómicas obedecían básicamente a variaciones en la demanda.

Los análisis se centraban en explicar lo que una política fiscal y económica debía hacer teóricamente para compensar ’’shocks’’ en la demanda pero apenas había investigaciones de cómo esta política se traducía en la práctica.

Con el desarrollo de la teoría sobre el comportamiento económico en el tiempo, ambos científicos dieron un vuelco a la investigación y aportaron una explicación concreta de por qué habían fracasado los esfuerzos por combatir la inflación en la década de los setenta.

La esencia de la teoría se basa en que una política económica considerada como la mejor opción muchas veces acaba no aplicándose si las expectativas que ha despertado de antemano han conducido a un cambio en el comportamiento de los actores económicos.

Ello obligará a los políticos a revisar su decisión, de forma que su conducta económica acaba siendo peor que si hubieran actuado sin criterio predeterminado.

Como ejemplo se tomó el caso de un gobierno que anuncia que su objetivo es mantener baja la inflación. En consecuencia, los agentes sociales se fían del objetivo y cierran convenio salariales moderados.

Esta consecuencia, a su vez, tienta a los responsables monetarios a seguir una política monetaria inflacionista para reducir el desempleo a corto plazo, lo que acaba siendo una trampa que deriva en mayor inflación y ningún efecto positivo sobre el desempleo.

Las teorías de Kydland y Prescott fueron determinantes también para demostrar que bancos centrales que son independientes generan menos inflación que los que dependen de gobiernos.

Nacido en 1943 en Noruega, Kydland cursó estudios en la Escuela de Negocios de Bergen, de su país, y obtuvo su doctorado en Economía en 1973 en la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh, en la que ahora es profesor, al igual que en la Universidad de California (Santa Bárbara), ambas en Estados Unidos.

Kydland se encontraba precisamente hoy en ese centro docente de Bergen cuando conoció la noticia del premio, lo que hizo que diera por terminada la conferencia a los alumnos allí presentes, en medio de un aluvión de felicitaciones.

Prescott, nacido en 1940 en el estado de Nueva York, ejerce como catedrático en la Arizona State University y en la Reserva Federal de Minneapolis (EEUU).

El Nobel de Economía, que lleva por nombre oficial de Premio del Banco de Suecia en homenaje a Alfred Nobel, es el único que no está incluido en el legado del fundador de los galardones y fue concedido por primera vez en 1969.

Desde entonces, la mayoría ha recaído en estadounidenses: 37 de los 55 hasta ahora galardonados proceden de EEUU, entre ellos ’’clásicos’’ de la economía moderna como Milton Friedman.

El año pasado, el premio fue para los estadounidenses Robert F. Engle y Clive W.J. Granger que desarrollaron métodos para analizar mejor los riesgos en los mercados financieros.

El anuncio de hoy cerró la ronda de los prestigiosos premios, tras los otorgados la pasada semana en las categorías de Medicina, Física, Química, de Literatura y de la Paz.

La totalidad de los Nobel se entregarán, de acuerdo con la tradición, el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de su fundador, Alfred Nobel.

Cada uno de los premios está dotado con 10 millones de coronas suecas (1,1 millones de euros, 1,3 millones de dólares), y se entregan en Estocolmo, con excepción del de la Paz, cuya ceremonia tiene lugar en Oslo.