JERUSALÉN.- El primer ministro israelí, Ariel Sharon, comenzó hoy martes las negociaciones con varias facciones en la oposición tras la derrota ayer en el Parlamento en una votación no vinculante sobre la retirada de Israel de la franja de Gaza.
Tras el revés de ayer, el ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz, se reunió hoy con Ovadia Yosef, líder espiritual del partido religioso sefardí Shas y con 11 escaños en el Parlamento, para intentar convencerle de que apoye el plan de desconexión de los palestinos.
El plan de desconexión de los palestinos es el nombre con el que se conoce el plan de retirada de Sharon de la franja de Gaza y de cuatro asentamientos aislados en el norte de Cisjordania.
A pesar de que Yosef emitió hace seis meses un edicto en el que condenaba el plan de desconexión, fuentes de Shas afirmaron que el rabino podría cambiar de opinión si se convence de que con el plan se salvarían vidas de israelíes.
Asimismo, Sharon tiene previsto reanudar las negociaciones con el Partido Laborista (PL), con 19 escaños.
Según la radio israelí, Sharon ha invitado a la presidenta de la facción laborista en el Parlamento, Dalik Itzik, y al ex dirigente del PL, Benjamin Ben Eliezer, a sendas ’’reuniones privadas’’ para tratar la posibilidad de formar un futuro Gobierno de unidad.
Asimismo, Sharon se reunirá mañana miércoles con dirigentes de la facción ultra-ortodoxa ashkenazi del Judaísmo Unido de la Torá, con 7 legisladores.
Según el diario israelí ’’Haaretz’’, el PL votó ayer en contra del discurso de Sharon debido a que el primer ministro dedicó casi la mitad de su conferencia a justificar la política económica del Gobierno, a la que los laboristas se oponen enérgicamente.
No obstante, el dirigente del PL, Simón Peres, expresó su apoyo al plan de desconexión y subrayó que su partido está dispuesto a apoyar la iniciativa en el Parlamento cuando ésta sea presentada.
Con el discurso de ayer el primer ministro inauguró la sesión de invierno del Parlamento israelí y reveló su intención de someter el plan de desconexión a una votación definitiva en el Parlamento el próximo 25 de octubre.
En la votación no vinculante que los diputados celebraron después sobre el discurso, Sharon fracaso en obtener en apoyo de los legisladores, con 53 votos en contra y 44 a favor, todos ellos miembros del partido Shinui y del Likud.
A pesar de que la votación de ayer fue esencialmente simbólica, el resultado sí demuestra la magnitud de la oposición a la que se enfrenta Sharon en particular debido a que alrededor de una docena de los diputados de su propia facción se negaron a participar en el sufragio.
Los diputados rebeldes, que se oponen al plan de desconexión planean, con la ayuda del Partido Nacional Religioso (PNR), tres de cuyos seis diputados todavía forman parte de la coalición del Gobierno israelí, forzar a Sharon a que celebre un referendo nacional sobre su propuesta de retirada de Gaza.
La coalición de Gobierno de Sharon está compuesta hoy por 40 diputados del Likud, 15 del partido Shinui, y 3 del PNR, y es minoría en el Parlamento desde la retirada de los otros tres diputados de esta última facción ultranacionalista.
Las negociaciones con los partidos religiosos Shas y Judaísmo Unido de la Torá son problemáticas para Sharon debido a que inicialmente el partido Shinui, que defiende una política anticlerical, se opone a formen parte de un mismo Gobierno.
No obstante, la radio del Ejército israelí informó hoy de que según asesores del primer ministro, Sharon no tiene previsto tomar medidas políticas tras el fracaso de ayer, lo que parece indicar que el dirigente israelí podría llegar a algún tipo de acuerdo con las facciones con las que negocia sin necesidad de introducir cambios en la composición de su Gobierno.