LONDRES.- El Gobierno británico ordenó hoy congelar todos los fondos de un grupo terrorista que confesó estar involucrado en el secuestro y posterior decapitación en Irak del ingeniero británico Ken Bigley.
El ministro del Tesoro, Gordon Brown, ordenó al Banco de Inglaterra que dé instrucciones a todas las instituciones financieras para que congelen con efecto inmediato los fondos del grupo Jama’at al-Tawhid Waál-Jihad (JTJ) (Monoteísmo y Guerra Santa).
A partir de este momento, cualquier operación con fondos pertenecientes a ese grupo constituirá delito, señalaron fuentes gubernamentales, según las cuales la decisión se toma de acuerdo con la orden antiterrorista 2001.
Esa orden da poderes al Tesoro británico para congelar los fondos de individuos o instituciones con tal de que se cumplan ciertas condiciones como la de que haya sospecha razonable de que aquellos hayan cometido, facilitado o financiado actos terroristas.