LONDRES.- El Ministerio de Defensa británico dijo hoy en Londres que sus tropas podrían ser desplegadas en breve en Bagdad, mientras el Ejército estadounidense emprende operaciones de combate en bastiones insurgentes como el de Falluya.
La prensa británica informa hoy de que los mandos militares británicos están planificando el traslado de cientos de efectivos a un área del sur de Bagdad. Todo ello ocurriría antes del esperado asalto estadounidense a Falluya.
El ministerio británico confirmó que se están llevando a cabo conversaciones con los mandos militares estadounidenses y el gobierno interino iraquí, pero que hasta la fecha no se han tomado decisiones.
’’Los contactos siguen adelante, de la manera usual en estos casos. Si estas negociaciones acaban en una decisión concreta, ello se comunicará en el momento oportuno’’, comentó un portavoz.
No obstante, fuentes del ministerio británico de Defensa negaron enfáticamente que el envío de más efectivos del Reino Unido tenga por misión ayudar a las fuerzas norteamericanas en su operativo en Falluya.
Políticos de la oposición británica exigieron de inmediato que se aclare el tema. El líder del Partido Conservador, Michael Howard, exigió un posicionamiento formal debido a la ’’gran ansiedad’’ entre los familiares de los uniformados en Irak.
Por su parte, el diario ’’The Times’’ señala que ya se han comunicado los planes de trasladar los efecticos a la capital iraquí en unas pocas semanas.
Según el diario, el regimiento afectado debía regresar a casa a fines de año, tras haber pasado seis meses en el frente, pero tanto los militares como sus familias ya han sido alertados de que probablemente tengan que permanecer más tiempo en Irak.
De acuerdo con los periódicos ’’Daily Telegraph’’ y ’’Guardian’’, que se remiten a fuentes del Ministerio de Defensa, un grupo de combate integrado por 650 efectivos y desplegado en la ciudad de Basora, en el sur de Irak, ya está a la espera de ser trasladado si Gran Bretaña accede a la petición estadounidense de respaldo.
Las especulaciones acerca de un asalto a las áreas rebeldes crecen a medida que se acercan las elecciones estadounidenses del 2 de noviembre, en un intento de retomar las áreas insurgentes a tiempo para prepararlas de cara a los comicios iraquíes programados para enero próximo.
