WASHINGTON.- Diecinueve soldados estadounidenses rechazaron órdenes en Irak porque consideraron que la misión que se les encomendaba era muy peligrosa, informaron hoy medios norteamericanos.
Los soldados -en parte perturbados y asustados- llamaron por teléfono a parientes en Estados Unidos porque temían que el Ejército no dejase que lo ocurrido trascendiese a la opinión pública.
Los soldados, cuya unidad se encuentra desde hace nueve meses en Irak, debían escoltar el pasado jueves un convoy de gasolina desde Tallil a Tayi, al norte de Bagdad. Según sus informaciones, los vehículos no estaban blindados y la gasolina estaba contaminada con agua.
El Ejército anunció en Bagdad una investigación y dijo que se trata de un hecho aislado. El convoy fue finalmente escoltado por otros soldados de la misma unidad, dijo.
La televisión CNN mostró hoy la grabación de un contestador automático en la que la soldado Amber McClenney pedía ayuda a su madre. ’’Esta es una situación grave, debes ponerte en contacto con gente’’, dice la joven a su madre. Según el Ejército estadounidense, la soldado no fue detenida.