RAMALLAH, Cisjordania.- El líder palestino Yasser Arafat oró hoy antes del amanecer y consumió un ligero desayuno, aunque su estado sigue siendo grave y las autoridades israelíes anunciaron que será trasladado de su cuartel general a un hospital cercano.
Sin embargo, el máximo asesor de Arafat, Nabil Abu Rdeneh, dijo que los médicos examinaron hoy al líder palestino de 75 años y no han decidido aún si debe ser hospitalizado. Arafat se encuentra confinado por las autoridades israelíes a su cuartel general en la ciudad cisjordana de Ramalá desde el 2000.
El Primer Ministro israelí Ariel Sharon, en una conversación telefónica con su contraparte palestino, aceptó permitir que Arafat sea llevado por aire al extranjero para recibir tratamiento. Pero funcionarios israelíes dijeron que los palestinos sólo han solicitado, por ahora, el traslado de Arafat a un hospital local.
El miércoles por la tarde, Arafat tomó sopa durante un encuentro con el Primer Ministro palestino Ajmed Kureia, su predecesor Majmud Abbas, y otro funcionario, cuando vomitó, se desmayó y perdió el conocimiento por unos 10 minutos, dijo un guardaespaldas.
Sus allegados de inmediato llamaron de urgencia a médicos de Jordania y Egipto, y la esposa de Arafat, Suha, viajó de Túnez para estar a su lado. Suha Arafat vive en París y no ha visto a su esposo desde el 2001.
Arafat realizó las acostumbradas oraciones previas al amanecer y luego desayunó hojuelas de maíz, dijo su viejo amigo Monib al-Masri, quien lo visitó el jueves. "Oró y está completamente despierto", dijo al-Masri a The Associated Press.
El ministro del gabinete palestino Saeb Erekat dijo que llegaron médicos de varias naciones, entre ellas Jordania y Egipto, y que decidirían si Arafat debe de ser sacado de su derruido cuartel general para ser internado en un hospital. El equipo jordano, que incluye al médico personal de Arafat, el doctor Ashraf Kurdi, llegó a Cisjordania antes del mediodía.
Arafat ha estado confinado en su parcialmente demolido cuartel general durante los últimos dos años, cercado por tanques y soldados israelíes. Israel no lo considera ya un interlocutor válido en las negociaciones y lo acusa de corrupción y de alentar los ataques terroristas palestinos. Israel ha amenazado con no permitir el regreso de Arafat si éste abandona el edificio.
Sin embargo, el Presidente egipcio Hosni Mubarak se mostró escéptico. "Si Arafat desea venir a Egipto, será difícil obtener garantías israelíes de que podrá regresar", dijo Mubarak a los periodistas en El Cairo.
