CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II dijo hoy que nadie puede negar la contribución del cristianismo a la formación europea y abogó para que la UE supere "en un espíritu de concordia" las dificultades surgidas con la nueva Comisión.
El Papa recibió hoy en el Vaticano al presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, que continuará en su cargo después del próximo 1 de noviembre, fecha en que estaba prevista su sustitución por el designado Jose Manuel Durao Barroso, que ayer tuvo que retirar su propuesta ante la amenaza de rechazo del Parlamento.
"Deseo que las dificultades surgidas en estos días respecto a la nueva Comisión puedan encontrar una solución de respeto recíproco, en un espíritu de concordia, entre todas las instancias interesadas", afirmó Juan Pablo II en el discurso.
La audiencia del Papa a Prodi duró veinte minutos. Al principio hablaron a solas y después entraron en la Biblioteca Privada -lugar del encuentro- la esposa, hijos y nietos del presidente de la Comisión, así como varios colaboradores.
El Papa resaltó que la presencia de Prodi en Roma se debe a la firma mañana en la capital italiana de la nueva Constitución Europea, recordó que en esa ciudad nació en 1957 la Comunidad Europea y subrayó que "quien dice Roma dice irradiación de valores jurídicos y espirituales universales".
Juan Pablo II destacó que la Santa Sede siempre ha favorecido la Unión Europea y que siempre ha sentido el deber de expresar abiertamente "las justas esperanzas de un gran número de ciudadanos cristianos de Europa, que pedían su intercesión".
"Por ello, la Santa Sede ha recordado a todos como el cristianismo ha contribuido a la formación de una conciencia común de los pueblos europeos y la civilización de los mismos. Que se reconozca o no en los documentos oficiales, es un dato innegable que ningún histórico puede olvidar", afirmó el Papa.
El Pontífice felicitó a Prodi por el trabajo realizado al frente de la Comisión y abogó para que las dificultades surgidas "en estos días" puedan encontrar una solución "de respeto recíproco, en espíritu de concordia, entre todas las instancias implicadas".
Juan Pablo II invocó la bendición de Dios para todos los representantes de los 25 estados europeos que mañana se darán cita en Roma y para todos los pueblos europeos.
El Papa hizo votos para que la UE pueda expresar siempre lo mejor de las grandes tradiciones de sus estados "y pueda operar en el campo internacional por la paz entre los pueblos y ayudar de manera generosa a los pueblos más necesitados de otros continentes".
Ante de despedirse, el Papa preguntó a Prodi que hará una vez concluya su mandato europeo.
El líder del centro izquierda italiano contestó que volverá a su ciudad de Bolonia "y comenzaré de nuevo a hacer política".
Concluida la audiencia, Prodi se entrevistó con el secretario de estado, el cardenal Angelo Sodano, y con el "ministro de Exteriores" de la Santa Sede, el arzobispo Giovanni Lajolo.
El portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, informó que Prodi habló con el Papa y con Sodano de "algunos problemas actuales" de la UE y el papel internacional de Europa, "sobre todo en relación con la paz en el mundo y el desarrollo de los pueblos, especialmente los de Africa".
