BOGOTÁ.- El presidente colombiano, Alvaro Uribe, anunció hoy que el gobierno intensificará la persecución contra los jefes de las FARC a través de la entrada en operación de comandos especiales del servicio secreto, que irán por “objetivos bien definidos” de la guerrilla.
El mandatario formuló el anuncio el mismo día en que el Ejecutivo precisó los alcances de su propuesta de reunirse con el grupo rebelde en una sede diplomática en Bogotá para negociar un canje de rehenes por prisioneros, previa entrega de 15 rebeldes acusados de delitos políticos e igual número de cautivos.
Se desarrollarán “operativos específicos dirigidos a un objetivo bien definido por la inteligencia a través de comandos especializados”, explicó Uribe durante la celebración de los 51 años del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).
El jefe del organismo, Jorge Noguera, aclaró por su parte que cada comando estará compuesto por 24 hombres muy “bien armados y entrenados”, con capacidad para ingresar en sitios difíciles y cuyos centros de operaciones se ubicarán en las principales ciudades del país.
Según Uribe, con ello se busca afianzar el Estado democrático y la lucha contra los líderes de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), contra quienes arremetió de nuevo calificándolos como unos “criminales que sacaron provecho del trato de señores que recibieron en el pasado”.
“Como los han contemplado tanto, estos bandidos han vivido muy jactanciosos. Aquí graduaron de señores a un poco de bandidos, a Don Manuel y a Donde Jorge y compañía, y llenos de plata y capacidad criminal; y llenos de reconocimientos de los medios y llenos de visitante, a esos bandidos les soplaron tanto las ínfulas que esos bandidos se sienten invulnerables”, afirmó aludiendo a los comandantes de las FARC.
No obstante -añadió Uribe-, “cuando el Estado democrático persiste con buena fe y transparencia se demuestra lo que siempre ha demostrado la historia: ningún bandido triunfa sobre el Estado”.
El gobierno inició en marzo, con el apoyo militar y financiero de Estados Unidos, la más grande ofensiva desplegada contra las FARC en cuatro décadas de conflicto dentro del denominado Plan Patriota.
La campaña militar se cumple en las selvas del sur del país y, según el estamento castrense, le ha permitido a las autoridades retomar el control de vastas zonas y debilitar el aparato logístico y financiero del grupo rebelde, que sin embargo ha desestimado esos reportes enfatizando en que las Fuerzas Armadas se aventuran a su “más grande fracaso”.