PARIS.— Pálido y exhausto, el líder palestino Yasser Arafat dejó hoy su base en Cisjordania por primera vez en casi tres años y fue transportado a un hospital militar en Francia que tiene una clínica de vanguardia para atender enfermedades de la sangre.
Arafat, de 75 años, ha estado enfermo dos semanas y exámenes sanguíneos han mostrado que tiene pocas plaquetas, posible síntoma de leucemia u otras enfermedades.
El líder enfermo llegó en un avión a chorro del ejército francés a un aeropuerto al suroeste de París y fue trasladado en helicóptero al Hopital d’Instruction des Armees de Percy, ubicado cerca de allí. Su esposa, Suha, estaba a su lado.
Especialistas de la clínica de hematología del hospital Percy — donde se atiende a pacientes con enfermedades sanguíneas — realizaban exámenes a Arafat, señaló el Ministerio de Defensa francés.
"Ya está en su habitación, rodeado por sus médicos que han comenzado a examinarlo", dijo Leila Shahid, enviada palestina a París. "Llegó con buena salud, consciente y sonriendo, feliz de estar en Francia".
Probablemente los médicos requerirán al menos varios días antes de emitir ningún tipo de diagnóstico, dijo. En condición estable, Arafat ya estaba siendo sometido a tratamiento por el bajo nivel en las plaquetas, dijeron fuentes palestinas a The Associated Press.
El ministro de Asuntos Civiles palestino, Jamil Tarifi, que iba en el avión con Arafat, dijo que su estado era "bueno, gracias a Dios". "Estaba en su estado normal", agregó.
Un contingente de unos 18 funcionarios palestinos voló junto con Arafat, incluyendo a Mohamed Dahlan, su ex jefe de seguridad en Gaza, y Mohamed Rashid, asesor financiero personal del líder, así como el jefe de gabinete Ramzi Khoury y el asesor Nabil Abu Rdeneh.
Durante la enfermedad de Arafat, las autoridades palestinas culparon a la gripe y piedras en la vesícula biliar. Pero el miércoles empeoró, sufrió un breve desmayo y los médicos reconocieron que desconocían la causa de la baja cantidad de plaquetas.
El jueves, el médico personal de Arafat, Ashraf Kurdi, descartó la posibilidad de leucemia.
Sin embargo, un confidente del líder, el doctor Ajmed Tibi, dijo hoy que "hasta el momento, no se ha podido eliminar ninguna posibilidad".
Tibi, un legislador árabe israelí, dijo que las autoridades de espionaje israelí pensaban que Arafat tenía leucemia e indicó que presenta algunos de sus síntomas.
Las plaquetas son componentes de la sangre que ayudan a la coagulación. Un nivel bajo puede obedecer a diversas causas, incluyendo una úlcera sangrante, colitis, leucemia, linfoma, enfermedades del hígado, lupus y varicela.
El líder palestino ha manifestado síntomas del mal de Parkinson desde finales de la década de 1990.
Ante el deterioro de su salud, el gobierno de Israel retiró la prohibición a los viajes fuera de Ramalá que le impuso al dirigente, prometiendo que permitiría su regreso.
La triste partida de Arafat, ante unos cientos de elementos leales reunidos sobre una pista de aterrizaje mojada por la lluvia, marca un fuerte contraste con su llegada hace una década como líder de los palestinos, a los cuales les prometió un estado independiente.
Luego del amanecer, vestido con un sombrero de piel gris y una chaqueta color verde olivo, Arafat subió al helicóptero que lo llevó a Jordania mientras sus guardaespaldas y simpatizantes coreaban el lema "con nuestro espíritu y nuestra sangre, te redimiremos Abu Amar", refiriéndose a Arafat por su sobrenombre.
El dirigente palestino estaba pálido y en evidente mal estado. Muchas personas sollozaron al despedirlo.
"Regresaré pronto, Dios mediante. Los veré pronto", dijo Arafat a sus subalternos durante una escala en una base militar jordana, indicó Ata Jeiry, el subjefe de la delegación palestina en Jordania.
Sin embargo, el ministro de Justicia de Israel, Yosef Lapid, dijo pensar que los días de Arafat como líder de los palestinos han terminado. "En base a todo lo que sé, la posibilidad de que regrese... a su puesto previo, de que sea la persona más importante, es casi inexistente", indicó Lapid a la Radio del Ejército de Israel.
Los palestinos empezaron a considerar cómo será su mundo sin el jerarca que representó sus deseos de establecer un estado independiente y de hecho es el único líder que han conocido durante casi cuatro décadas.
Las fotografías presentadas el jueves por sus allegados dieron cuenta de su transición de dirigente a paciente, mostrándolo en una silla de ruedas, tomando las manos de sus médicos y vestido con un traje de ejercicios azul y una gorra, en lugar de su acostumbrado uniforme y tocado de cuadros. Pasó la mayor parte del jueves dormido y no era capaz de tenerse en pie o ingerir alimentos.
Los palestinos recibieron la partida de su líder con sentimientos contradictorios.
Muchos se han sentido frustrados por su gobierno lleno de corrupción y su incapacidad de resolver el conflicto con Israel. Sin embargo, se le considera una fuerza unificadora y muchos temen que su partida genere una lucha cruenta por el poder.
Como sea, un cambio en el liderato palestino transformaría las relaciones con Israel. Los gobiernos israelí y estadounidense se han negado a tratar con él, bajo el argumento de que fomenta el terrorismo y no le interesa la paz. Por su parte, la Unión Europea dice que no debe de ignorársele, porque es el dirigente electo de los palestinos.