SANTIAGO.- El cónsul de Bolivia en Chile, Víctor Rico descartó que pueda producirse una reunión bilateral entre los Presidentes de Bolivia, Carlos Mesa y de Chile, Ricardo Lagos en el marco de la reunión del Grupo de Río la próxima semana.
Rico hizo el comentario tras reunirse en Santiago con el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Ignacio Walker, para preparar la agenda de una cita que cumplirán en Brasil éste último y su colega boliviano, Juan Ignacio Siles.
El diplomático señaló que antes de que se produzca un encuentro entre los mandatarios se debe realizar una charla entre los cancilleres, como ocurrirá al margen de las deliberaciones que cumplirá el Grupo de Río la próxima semana.
"Tiene que haber primero un conocimiento personal (de los cancilleres) y, bueno, ellos conversarán de los temas que vean oportunos (...) y estoy seguro y confiado en que va a ser una reunión positiva la de la próxima semana", afirmó Rico.
Walker ha conversado varias veces por teléfono con Siles desde que asumió el cargo, a comienzos de octubre, y la cita en Brasil será la primera de ambos, en medio de las tensiones de los dos países por la demanda marítima boliviana.
Las diferencias históricas se derivan de la Guerra del Pacífico (1879-1883), en la cual Chile derrotó a una alianza de Bolivia y Perú.
Mientras Bolivia se quedó sin acceso al mar, Perú cedió a Chile una porción de territorio.
Las tensiones entre Santiago y La Paz crecieron desde el pasado 20 de octubre, cuando se cumplió el centenario del Tratado de Paz y Amistad que ambos países suscribieron en 1904, hecho que fue aprovechado por Mesa para pedir la firma de un nuevo acuerdo fronterizo y por Lagos para responder que no hay temas pendientes entre los dos países.
Bolivia pide un acceso soberano al mar por territorio chileno, ante lo cual la administración Lagos afirma estar dispuesta a dar facilidades, sin comprometer su soberanía.
Mesa señaló entonces que lamentaba las "hormonales reacciones" de Lagos, tras lo cual el gobierno chileno calificó de "inaceptables" y "desafortunadas" las palabras del gobernante boliviano.
