WASHINGTON.- Las elecciones en Estados Unidos admiten la posibilidad de que voten electores muertos aunque en numerosos estados, comprendido el de Florida, las autoridades se niegan a computar ese voto.
El caso más frecuente es el de los electores fallecidos poco después de haber enviado el voto por correo, o tras haber expresado sus preferencias personales en los comicios abiertos antes del 2 de noviembre.
Las leyes de numerosos estados prohíben que los votos de las personas fallecidas antes del 2 de noviembre sean considerados válidos, pero a menudo resulta imposible para quienes efectúan el escrutinio estar informados de algunos electores han muerto.