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Elecciones EE.UU.: El futuro del voto electrónico también se decide hoy

Se trata de un sistema controvertido y poco probado que utilizará uno de cada tres votantes y que podría dar lugar a un gran lío.

02 de Noviembre de 2004 | 15:38 | EFE


SAN FRANCISCO.- Además del presidente de EEUU, las elecciones de hoy determinarán el futuro del voto electrónico, un sistema controvertido y poco probado que utilizará uno de cada tres votantes y que podría dar lugar a un gran lío.

Desde Florida a Maryland, California o Nevada, cerca de 50 millones de estadounidenses votarán hoy en máquinas parecidas a los cajeros electrónicos en las que tendrán que pulsar una pantalla táctil para elegir a su candidato favorito.

La idea es que estos aparatos eviten el caos que las máquinas perforadoras originaron en Florida hace cuatro años, pero muchos expertos advierten de que el remedio podría ser peor que la enfermedad.

De hecho, las incidencias ya han comenzado a producirse a pequeña escala, según el Sistema de Información sobre Incidencias de Voto, que informa hoy de que, entre otros problemas, una máquina de Brooklyn, en Nueva York, quedó "atascada" y solo permitía votar republicano, por lo que no pudo usarse.

"Lo que ocurra en estas elecciones dictará el futuro del voto electrónico", señala Dan Seligson, del grupo no partidista Electionline (www.electionline.org).

Dicho de otra manera, el voto electrónico tendrá que superar hoy con buena nota una serie de obstáculos como ataques de piratas informáticos, cortes del suministro eléctrico o fallos en los programas informáticos.

Lo más delicado es que la mayoría de estas máquinas no arrojan recibos de papel, de manera que será muy difícil hacer un recuento manual en caso de que se produzca un empate entre el presidente George W. Bush y el candidato demócrata John Kerry, algo muy probable.

La opción, en estos casos, sería examinar el funcionamiento interno de las máquinas, pero esto también es un problema ya que el código informático es propietario -desarrollado en exclusiva por la empresa y no lo hace público- y no abierto -disponible para el público en general.

La solución no es fácil. El estado de Nevada optó por instalar impresoras con cartuchos de tinta en cada máquina de voto, pero estas impresoras se atascan con facilidad.

"Estos resultados dependen del manejo de una tecnología que no está lo suficientemente desarrollada todavía", señaló Ricardo Valverde, profesor de Informática en la Universidad de California en San Francisco.

Expertos informáticos de todo el país llevan meses alertando de los graves problemas de seguridad que podrían producirse. Estas advertencias vienen avaladas por estudios como el Proyecto de Voto, realizado por el Instituto de Tecnología de California y el Instituto de Tecnología de Massachusetts, que muestran que las máquinas de voto electrónico son menos fiables que las papeletas para contar los votos.

Un informe patrocinado por el estado de Maryland también encontró que el sistema de voto electrónico conlleva mayores riesgos, mientras que en California, el secretario de Estado requirió máquinas capaces de dejar un registro de papel, pero la mayoría de los condados habían comprado ya los equipos, a un coste de cerca de 3.000 dólares la unidad.

Parte del problema también recae en la falta de neutralidad de los fabricantes de la maquinaria. Diebold, el principal fabricante, realizó donaciones por cerca de medio millón de dólares al Partido Republicano desde el año 2001, según un estudio elaborado por Electionline.org.

Mientras tanto, Election Systems & Software y Sequoia Voting Systems, otros dos fabricantes, contribuyeron con donaciones a la causa demócrata, según Electionline.org.

Por si esto fuera poco, expertos informáticos han advertido repetidamente de que el software de Diebold, que llegó incluso a filtrarse en la red, contiene numerosos "agujeros" en su código por los que se podrían colar los virus.

En lo que respecta al funcionamiento de estos aparatos, se han producido casos que ilustran errores que en otras circunstancias menos graves provocarían la risa: en unas elecciones locales de Indiana, 5.352 votantes produjeron 144.000 votos.

En Virginia ocurrió lo contrario y las máquinas sustrajeron misteriosamente los votos, mientras que en California las máquinas han sido certificadas, descertificadas y vueltas a certificar.

La revista "The Economist" señalaba en un artículo reciente que las máquinas de juego de los famosos casinos de Atlantic City, en Nueva Jersey, tienen más supervisión gubernamental que las máquinas de voto, que a efectos prácticos no tienen ninguna, puesto que son los mismos fabricantes los que se encargan de verificarlas.