QUITO.- El presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez, cambió hoy a su ministro del Interior y anunció una "oxigenación" de su gabinete para afrontar el juicio político en su contra anunciado por la oposición, que quiere destituirlo por un presunto desvío de fondos públicos.
Con el cambio, Gutiérrez confirmó que su estrategia es convertir el juicio en una confrontación directa entre él y su principal rival, el ex presidente León Febres-Cordero, pues el nuevo ministro, Jaime Damerval, es un duro crítico del líder socialcristiano.
Otros cambios, que serán anunciados en el transcurso de este mes, incluirían la incorporación al gabinete de miembros del partido del ex presidente Abdalá Bucaram, que actualmente es el mayor aliado de Gutiérrez. Bucaram vive en Panamá desde 1997, prófugo de la justicia ecuatoriana.
Febres-Cordero, considerado el político más poderoso de Ecuador, reiteró hoy que con la "contundencia de las pruebas" obtendrá los 67 votos necesarios, entre los 100 diputados del congreso unicameral, para la destitución de Gutiérrez. Sin embargo, el gobierno parece tener seguros al menos 39 votos, por lo que no se descarta que, al final, la oposición desista del intento.
Dos partidos que inicialmente apoyaron el juicio empezaron hoy a revisar su posición, después de que Gutiérez denunciara que "todo esto es una venganza de Febres-Cordero por la decisión del gobierno de cobrarles las deudas a su grupo económico".
Según Gutiérrez, las empresas vinculadas con el ex presidente deben a los bancos cerrados en la crisis de 1988 "unos 110 millones de dólares".
Gutiérrez, un ex militar que ganó las elecciones como populista de izquierda pero gobierna como liberal ortodoxo, tiene un mandato de cuatro años, hasta enero de 2007.