BOGOTÁ.- El presidente colombiano, Alvaro Uribe, removió hoy a la cúpula del Ejército, incluido a su máximo comandante, general Martín Carreño, para darle paso a un nueva línea de mando caracterizada por su experiencia y efectividad en el combate a la guerrilla de las FARC.
Sin ofrecer detalles, el jefe de Estado llamó al retiro a Carreño -un oficial tan exitoso como polémico-, al tiempo que ratificó al general Carlos Ospina como comandante de las Fuerzas Militares, al almirante Mauricio Soto y al general Edgar Lesmez en la Armada y la Fuerza Aérea, respectivamente.
En un escueto comunicado, el Ministerio de Defensa confirmó la salida del comandante del Ejército aclarando que se trata "de cambios normales de esta época del año".
En reemplazo de Carreño, el gobierno nombró al general Reinaldo Castellanos, hasta hoy jefe del Comando de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega, responsable del Plan Patriota, la mayor ofensiva desplegada contra las FARC en cuatro décadas de conflicto y la cual cuenta con el apoyo financiero y logístico de Estados Unidos.
Al frente de la campaña contrainsurgente quedó ahora a cargo el general Carlos Fracica, quien recibió del gobierno la misión expresa de acabar con la "retaguardia de las FARC en el sur del país", según expresó el vicepresidente Francisco Santos.
"Si le quitamos la retaguardia, esa guerrilla se debilita tremendamente, por lo tanto necesitamos que el Plan Patriota sea exitoso, ese plan va a durar hasta que cumplamos con ese objetivo", precisó.
Según Santos, el nuevo comandante del Ejército también fue instruido por el gobierno para que "culmine la importante labor" que desempeñó en el centro del país, donde las tropas bajo su mando disuadieron a las FARC de sus planes para cercar a Bogotá y tomarse el poder en el marco de una exitosa operación que condujo a la muerte de tres importantes jefes rebeldes.
"El general Castellanos tiene un reto inmenso frente a la desmovilización de las autodefensas (paramilitares): cubrir el territorio que desalojan para que no vuelva la guerrilla", explicó.
Junto con Carreño, fueron retirados otros once generales de la línea de mando.
A su turno, el nuevo comandante del Ejército señaló que continuará combatiendo a los grupos irregulares con "toda la estrategia operacional. Atacando a los grupos ilegales que afectan al país".
Con el ascenso de Castellanos y del general Fracica, nuevo comandante de Fuerza Omega, el mandatario afianza aún más su política de mano dura contra las FARC dado el origen tropero (oficio en el campo de batalla) de los oficiales, señalaron expertos.
"Creo que estos cambios están encaminados a darle continuidad a las principales campañas militares que dirige el gobierno y, en especial, un mayor ímpetu al Plan Patriota", indicó a dpa el analista en temas de seguridad Alfredo Rangel.
Asimismo, consideró que con el relevo de Carreño "se resuelven una serie de tensiones que al parecer existían entre el oficial y el comandante de las Fuerzas Militares, así como con varios de sus subordinados".