SAO PAULO.- Fernando Collor de Melo, que renunció a la Presidencia de Brasil en 1992, acorralado por acusaciones de corrupción en los dos años que estuvo en el poder, corre el riesgo de se expulsado de la mansión donde reside en Sao Paulo si no paga el alquiler, informa hoy la prensa local.
El ex gobernante, heredero de una fortuna derivada de su participación en medios de comunicación y empresas de diversos ramos en el estado de Alagoas (noreste), ha contraído deudas en Sao Paulo por el equivalente a 42.652 dólares.
La familia Ugolini, propietaria de la suntuosa residencia que Collor ocupa desde 2001 en el barrio Jardim Morumbi, anunció su decisión de recurrir a la justicia para lograr su expulsión.
Según los propietarios, Collor dejó de pagar el alquiler hace dos meses, debe parte de la cuenta de septiembre pasado y ha dejado acumular varias cuotas del impuesto residencial.
"El no está cumpliendo con el contrato firmado entre su abogado y el nuestro", alegó uno de los representantes de la familia Ugolini al diario "O Globo".
Collor, quien se ha negado a comentar el asunto con la prensa, alquiló la mansión en la que reside con su esposa, Rosane, y varios empleados, por un valor mensual de 36.000 reales (unos 12.900 dólares) que, con los últimos reajustes, se incrementó en 2.000 reales (716,8 dólares).
La familia Ugolini afirmó que el ex presidente "pagó religiosamente" el alquiler durante los primeros meses, pero después comenzó a retrasar los depósitos "diez y quince días", hasta que pidió cambiar la fecha de pago del cinco de cada mes al treinta.
El inmueble, localizado en el oeste de la ciudad, tiene 2.000 metros cuadrados de terreno y 1.500 más de área construida, cinco habitaciones, diversas salas, además de una gigantesca área social, estudio y piscina.
