LONDRES.- Es "Prince Charming" de Inglaterra, pero él lo que quiere es ser "normal". El príncipe Guillermo fascina a los británicos con todo lo que hace y dice, a diferencia de su hermano menor, Harry, que siempre está llamando la atención como la oveja negra de la familia.
Guillermo, de 22 años, encuentra en cambio las palabras adecuadas tanto para la cajera de un supermercado como para los momentos de mayor protocolo. Y quiere llevar "una vida normal" durante el mayor tiempo posible, según declaró en su primera entrevista televisiva importante este pasado fin de semana el hijo del príncipe Carlos y de Diana.
Las jóvenes lo persiguen y las adolescentes le proponen matrimonio, porque el príncipe de casi dos metros de altura da muy buena impresión no sólo haciendo "windsurf", jugando al billar o al polo, sino también en el ámbito estudiantil. Sin embargo, él intenta demostrar que es como cualquier otro, que se bebe algún vodka en la mañana durante las fiestas estudiantiles y que "lamentablemente" tuvo que rechazar una propuesta de boda de una quinceañera.
Sobre todo, lo que más extraña es tener tiempo para sí mismo. El domingo se informó que se siente "aburrido y agobiado" por su relación con la estudiante Kate Middleton, de 21 años. Por eso, al término de los estudios en St. Andrews (Escocia) ambos se separarán, según el "Mail on Sunday".
La presión para que decida su futuro se ha vuelto demasiado fuerte para Guillermo, que está saliendo hace un año con la joven de cabellos castaños, hija de un empresario.
El príncipe termina en seis meses sus estudios de geografía. Y después de eso no estará ya tan protegido frente a los medios como hasta ahora. "Disfruté mucho la libertad e independencia de mis años de estudiante", señaló en su entrevista con la BBC.
También subrayó que no se dejará arrastrar por nadie "a una carrera equivocada". "Tengo mis propias intenciones y no haré nada de forma precipitada", añadió quien es el segundo en la línea sucesoria al trono. Según comentó el "Times" el fin de semana, Guillermo sigue siendo "un rey dudoso".
El mismo prefiere destacar que no tiene ninguna prisa por adoptar obligaciones de la Casa Real, para lo que tiene "toda la vida por delante", y que no le quita el sueño pensar en ser un día el rey. "No tiene sentido pensar sobre situaciones que aún no existen. La vida es muy corta para eso".
Con respecto a la reina, a quien según dijo conoce mejor desde hace unos pocos años, señaló que es "brillante, un gran modelo". "Me ayuda con todo tipo de problemas y dificultades", añadió.
A su vez, sobre su abuelo lo que más aprecia es que lo hace reír y que le dice cosas que "quizás no quiera oír". "Y eso me alegra, me gusta su franqueza".
La impresión que mostró Guillermo es que se acercó más a su padre, a su hermano Harry y a sus abuelos sólo después de la muerte de su madre en agosto de 1997. "Sobre todo nosotros tres nos entendemos de maravilla", señaló sobre él, Harry y Carlos.
