BORGENTREICH.- Una postal navideña enviada desde un campo de prisioneros en Rusia consiguió llegar a su destino en Alemania, aunque con 58 años de retraso.
El 1 de noviembre de 1946, una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, Alfons Rose, prisionero en un campamento soviético, le enviaba a su esposa una cariñosa postal de Navidad con foto incluida. La dirección de destino era una granja en la que la mujer vivía provisionalmente en Borgentreich, en el noroeste del país.
Según explicó hoy la hija de la actual propietaria de la granja, Barbara Oberhoff, la tarjeta llegó hace poco a su buzón. Tanto remitente como destinataria ya fallecieron, pero aunque aquellos saludos navideños nunca llegaron a manos de la mujer, sí que hubo un final feliz para la pareja de enamorados.
"Según tengo entendido el hombre regresó ileso", dijo Oberhoff, señalando sin embargo que "ambos ya murieron y no tuvieron hijos".
"Feliz Navidad y próspero Año Nuevo le deseo por fin a mi buena y amada Isabelita", escribía el joven soldado. El texto terminaba con la frase: "Te saludo profundamente con todo mi corazón y te envío miles de besos, esperando que nos veamos muy pronto".
Según Oberhoff, el lugar en el que la carta permaneció tantos años continúa siendo un secreto, aunque afirma que "seguramente se quedó en Rusia durante todo aquel tiempo".
