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Turba enardecida lincha y quema a dos policías en Ciudad de México

Imágenes de televisión mostraron a una multitud que gritaba obscenidades, mientras pateaban y golpeaban a los dos agentes, quienes estaban vestidos de civil.

24 de Noviembre de 2004 | 07:25 | AP
MÉXICO.- Una multitud asesinó a dos agentes federales que tomaban fotografías a los niños que salían de una escuela primaria, en la cual han ocurrido varios secuestros, quemándolos en vida ayer en los barrios rurales al sureste de la capital mexicana.

Imágenes de televisión mostraron a una turba enardecida que gritaba obscenidades, mientras pateaban y golpeaban a los dos agentes, quienes estaban vestidos de civil. Posteriormente, como presentó la televisora local Azteca, los bañaron con gasolina y les prendieron fuego.

Antes de ser quemada, una de las víctimas habló ante una cámara de Televisa, identificándose como agente federal en misión en el área.

Se carece de declaraciones de parte de la Policía Federal Preventiva, pero su director, el almirante José Luis Figueroa, se puso en contacto con Azteca y Televisa para confirmar que tres agentes de civil habían sido enviados ayer al poblado de San Juan Ixtlayopan, en un automóvil sin placas, como parte de una acción contra el narcotráfico.

La acción es la más reciente dentro de una serie de linchamientos en esta nación aquejada por la corrupción policial y una creciente tasa de criminalidad.

La multitud tardó varias horas en matar a los agentes, pero Figueroa dijo que el fuerte tráfico en la zona, así como quienes instigaban a la violencia, le impidieron el acceso a las autoridades hasta que fue demasiado tarde.

Hasta el momento, las autoridades no han anunciado arresto alguno, pero investigan el incidente.

Un tercer agente fue golpeado gravemente, pero finalmente fue rescatado y enviado a un hospital cercano.

Grabaciones televisivas

Durante sus noticieros de la tarde y noche, las televisoras mostraron imágenes captadas desde el aire, las cuales presentaban a decenas de personas alrededor de los cuerpos calcinados, dejados en una calle por policías que los sacaron de las llamas.

Apenas 90 minutos después de que fueron realizadas las primeras tomas aéreas de lo ocurrido, sin embargo, ya había en la zona policías con equipo antimotines, que dispersaron a la gente.

El incidente se inició alrededor de las 18:00 horas, cuando los pobladores locales se apoderaron de los tres hombres, que tomaban fotografías y vídeo de los niños en una escuela local.

Las televisoras dijeron que los pobladores del área estaban molestos desde que dos menores desaparecieron en la zona, pensándose que habían sido secuestrados al salir de la escuela. Al parecer los agentes fueron confundidos con secuestradores y decidieron tomar justicia por su propia mano.

Cuando se le preguntó a Figueroa el por qué no habían sido investigadas las desapariciones de los menores, el almirante dijo que las autoridades no tenían disponibilidad de tiempo para dedicarse a esos casos.

Los mexicanos, frustrados por la corrupción del gobierno y la creciente tasa de criminalidad, muchas veces han tomado a la justicia en sus propias manos.

A inicios de este mes, en otra población en los límites de la ciudad de México, la policía rescató a un hombre que de acuerdo con las autoridades estaba a punto de ser asesinado a golpes por una multitud, por supuestamente haber tratado de robarse una guitarra y una grabadora de cassette de un centro comunitario local.

Hace dos años, una multitud mató a golpes a dos de tres jóvenes que habrían tratado de asaltar a un taxista en la capital.