BUENOS AIRES.- El príncipe Harry de Inglaterra sería enviado de vuelta a Londres o recluido en la embajada británica de la capital argentina, debido a su comportamiento en una finca de las afueras de Buenos Aires.
El diario local "Página/12" asegura hoy que el joven se ha convertido en un serio problema para la custodia por sus permanentes escapadas hacia locales nocturnos en busca de diversiones.
Regresa a la estancia en estado "maltrecho", debido al "descontrolado consumo de alcohol" dice el periódico, que además alerta sobre amenazas de un secuestro.
Según esa versión, un preso denunció ante un fiscal que otros hombres del submundo planeaban secuestrar a Harry y que conocían al detalle sus salidas y los lugares que frecuentaba.
Dio detalles del supuesto plan que se estaba preparando "con el objetivo, además, de provocar una conmoción nacional e internacional y provocar la renuncia del ministro de Seguridad bonaerense León Arslanián".
Las fuerzas de seguridad argentinas, y especialmente las que se encargan de Harry, están en estado de alerta por las consecuencias que tendría cualquier problema con el hijo del príncipe heredero Carlos de Inglaterra.
En la madrugada del miércoles la custodia realizó disparos al aire para ahuyentar a probables cazadores furtivos que rondaban la finca donde se aloja el joven británico, de 20 años, pero el caso no ha sido totalmente esclarecido.
Harry se encuentra en Buenos Aires desde el 12 de noviembre pasado, recibiendo clases de polo, practicando rugby y descansando en la estancia "El Remanso", ubicada en el Cuartel Siete de Lobos, a unos cien kilómetros al sudoeste de Buenos Aires.
Algunas versiones indican que el viaje también responde al deseo de su familia de promover un período de reflexión del díscolo hijo, quien poco antes de viajar a Argentina recibió una dura advertencia de su futuro superior en la Academia Militar Sandhurst, el general de división Andrew Ritchie, quien le ha dicho que será expulsado si no se comporta como es debido.